La agnosia es una alteración en la percepción de los estímulos sensoriales cuando los órganos sensoriales, como el ojo o el oído, funcionan correctamente. Hay muchas formas de agnosia, algunas de ellas pueden afectar significativamente el funcionamiento diario, por ejemplo, la prosopagnosia, en la que el paciente no reconoce los rostros de las personas que conoce. La aparición de cualquier forma de agnosia no debe subestimarse; la causa de su aparición puede incluso ser un tumor cerebral.
El término agnosia se deriva del griego y significa ignorancia o ignorancia. Fue introducido en el lenguaje médico en 1891 por Sigmund Freud. La explicación más simple para la agnosia es una condición en la que la percepción de los estímulos del entorno se ve alterada a pesar de tener órganos sensoriales funcionando correctamente. En el caso de la agnosia, los trastornos conciernen no solo a los órganos que reciben experiencias del entorno, sino a los centros cerebrales responsables del registro y procesamiento de los estímulos sensoriales que les llegan. La agnosia, por sus posibles causas, puede ocurrir en una persona de cualquier sexo y edad.
Agnosia: causas
La agnosia puede ser causada por cualquier condición que cause daño a los centros corticales del cerebro. Las causas más comunes de agnosia son:
- Heridas en la cabeza
- tumores del sistema nervioso central
- sangrado intracraneal
- demencia
- enfermedades neurodegenerativas
- hipoxia cerebral
- envenenamiento (por ejemplo, con monóxido de carbono)
- carrera
- infecciones del sistema nervioso central (por ejemplo, encefalitis)
Agnosia: tipos
Hay 3 tipos principales de agnosia que afectan los diversos sentidos: agnosia visual, agnosia auditiva y agnosia sensorial. Dentro de estas categorías, se distinguen otros subtipos de agnosia: el problema del paciente puede afectar solo a un tipo específico de estímulo.
Entre la agnosia visual se encuentran:
- prosopagnosia (reconocimiento facial alterado),
- acromatopsia (incapacidad para identificar colores),
- acinetopsia (alteraciones en la visión de objetos en movimiento),
- agnosia espacial (no reconocer el entorno),
- simultanagnosia (la capacidad de enfocarse en un solo objeto a la vez; al ver, por ejemplo, una mesa, el paciente no puede reconocer el color de las paredes de la habitación u otros objetos ubicados en ella al mismo tiempo),
- alexia (incapacidad para reconocer textos y letras).
Otro tipo de trastorno es la agnosia auditiva. En su curso, los pacientes pueden no ser capaces de reconocer lo que escuchan, y también existe una forma de agnosia auditiva en la que los pacientes no perciben sonidos más complejos, como la música. Un tipo específico de esta forma de agnosia es la sordera cortical, en la que los pacientes no escuchan ningún sonido cuando el órgano auditivo está en pleno funcionamiento.
El tercer tipo de trastornos neurológicos en cuestión es la agnosia sensorial. En su caso, el problema radica principalmente en reconocer la forma de los objetos, tanto los conocidos por el paciente como los completamente nuevos para él. Al mismo tiempo, los pacientes pueden reconocer el peso o el tamaño de los objetos que tocan. El principal representante de este tipo de agnosia es la astereognosia, en la que el enfermo no puede reconocer objetos con solo tocarlos.
Hay otros tipos de agnosia que son difíciles de atribuir a cualquier tipo particular de experiencia sensorial. Tales problemas son:
- autotopagnosia (incapacidad para identificar partes específicas del propio cuerpo),
- anosognosia (la falta de conciencia del paciente o incluso negar la existencia de algún trastorno de la enfermedad, una de las formas de anosognosia es que el paciente ciego niega que simplemente no puede ver),
- agnosia emocional (la incapacidad de reconocer el llamado lenguaje corporal de otras personas o inferir acerca de sus emociones basándose en la observación del rostro).
Agnosia: diagnóstico
El tipo de agnosia que se presenta en el paciente juega un papel fundamental en el diagnóstico de enfermedades en pacientes que padecen agnosia. Esto se debe al hecho de que, sobre la base del tipo de agnosia, es posible inferir en qué parte del cerebro hubo algún daño. Por ejemplo, la agnosia visual generalmente es causada por defectos en los lóbulos occipitales, mientras que la agnosia auditiva puede ser causada por daño en los lóbulos parietales del cerebro.
La neuroimagen juega un papel indiscutible en el diagnóstico de agnosia. Mediante pruebas como la tomografía computarizada o la resonancia magnética de la cabeza, es posible visualizar, por ejemplo, tumores dentro del cerebro, pero también cambios isquémicos causados por un accidente cerebrovascular. En busca de la causa de la agnosia, también es importante realizar una entrevista médica exhaustiva con el paciente.
Agnosia: tratamiento
La agnosia en sí misma es en realidad un síntoma, no una enfermedad; es la condición que causó la agnosia que se trata.La terapia específica depende de la causa de la agnosia: si se trata de un cáncer, se realizarán intervenciones centradas en su tratamiento, mientras que en el caso de una infección del sistema nervioso central, el paciente recibirá los medicamentos adecuados, lo que permitirá que la infección disminuya.
La agnosia puede retroceder después de que haya desaparecido la causa de su aparición (que puede ser el caso en el caso de infecciones cerebrales) y puede persistir durante un período de tiempo más prolongado (por ejemplo, en una situación en la que fue causada por un accidente cerebrovascular). En pacientes que experimentan agnosia a largo plazo, se pueden usar varios ejercicios, lo que les permite lograr un mejor nivel de funcionamiento; por ejemplo, se puede mencionar la terapia del habla en pacientes con diversas formas de agnosia auditiva.