La pérdida del oído rara vez ocurre como un síntoma aislado, generalmente asociado con una de las muchas afecciones en el oído o en el hueso temporal del cráneo. El tipo de secreción puede indicar qué enfermedad está causando una fuga en el oído: sangre, purulenta, mucosa o serosa. ¿Qué hacer si se produce una pérdida de oído?
La fuga del oído suele estar asociada con enfermedades del oído, es decir, principalmente con otitis externa y otitis media, a menudo complicadas por perforación. Una sustancia que sale del oído puede tener un aspecto diferente (estructura morfológica) dependiendo de lo que haya provocado su formación. Y si:
- secreción serosa: la mayoría de las veces es de color amarillo y blanco y es un indicador de enfermedades alérgicas, así como de procesos dermatológicos en el oído, por ejemplo, la forma de herpes zoster
- la secreción mucosa, generalmente en comparación con el líquido seroso, tiene una consistencia mucho más densa, un tono blanquecino; en muchos casos se asocia con daños en el tímpano y es el resultado de una inflamación no tratada y un trauma resultante del rápido cambio de presión que daña el tímpano.
- secreción purulenta: este es un cuadro patognomónico, es decir, típico del proceso inflamatorio de etiología bacteriana, menos fúngica; prácticamente cualquier parte del oído puede infectarse; a veces es el primer signo de perforación del tímpano, que es una emergencia y requiere una intervención inmediata.
- secreción de sangre: esto suele ser el resultado de lesiones menores dentro del canal auditivo, la mayoría de las veces los culpables son bastoncillos de algodón para eliminar la cera, bolígrafos y, en el caso de los niños, juguetes y artículos pequeños; la etiología neoplásica debe excluirse en cada caso; la sangre que sale del oído puede estar asociada con una lesión en la cabeza, por lo que son necesarias pruebas de imagen.
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Síntomas que acompañan a una fuga del oído.
La pérdida de oído rara vez se aísla. En la mayoría de situaciones clínicas, se acompaña de otras dolencias, que incluyen:
- dolor de oído, otalgia médicamente denominada
- mareo
- fiebre baja y fiebre
- hinchazón de los tejidos que rodean la aurícula
- deterioro de la calidad de la audición, a menudo tinnitus, que además reduce la percepción correcta de los sonidos del exterior
Fuga del oído: la más común es la otitis.
La patología más común con fuga de secreciones del oído es la otitis externa. La etiología varía, aunque en la mayoría de los casos se trata de bacterias, virus u hongos cuya colonización daña la estructura del epitelio que recubre las paredes del conducto auditivo. Un ambiente húmedo dentro del oído es uno de los factores que aumenta el riesgo de infección. Esta situación se ve agravada además por las frecuentes visitas a la piscina o por un clima húmedo. El patógeno más común encontrado es Staphylococcus aureus. En casos raros, es una barra de aceite azul. Pseudomonas aeruginosa.
Los síntomas característicos de la otitis externa son, ante todo, dolor que empeora al masticar, febrícula o fiebre baja, dolores de cabeza, secreción del oído y deficiencia auditiva.
El tratamiento se basa principalmente en la introducción de antibióticos para no solo eliminar dolencias básicas, sino también prevenir muchas complicaciones. Muy a menudo, la inflamación puede extenderse a las estructuras vecinas, lo que se manifiesta por la inflamación de las glándulas salivales, los ganglios linfáticos, etc. La forma más peligrosa de herpes zoster sigue siendo el oído, cuando en muchos casos los nervios son invadidos por virus. Esto conduce a daño permanente y parálisis de los nervios cercanos, como los nervios faciales.
Principios generales del tratamiento de la secreción del oído
El manejo terapéutico depende de la etiología del trastorno. La duración de la terapia y su forma quedan a criterio del médico. Es muy importante proteger al paciente del dolor, porque el dolor de oído puede ser muy intenso y hacer prácticamente imposible su funcionamiento. Se prefiere el tratamiento tópico con antibióticos de amplio espectro. Por lo general, el tiempo de tratamiento no supera los 7 días. Si el paciente, además de problemas de oído, informa síntomas que sugieren el desarrollo de una infección, el médico debe cambiar el tratamiento actual a sustancias administradas por vía sistémica. Vale la pena recordar que la terapia debe continuar hasta que el médico lo recomiende. Esto es importante especialmente en el caso de infecciones por hongos que requieren terapia a largo plazo, incluso 2 semanas después de que los síntomas hayan desaparecido. Los procedimientos destinados a la limpieza mecánica del canal auditivo son un elemento muy importante de la terapia.
Prevención de la inflamación del oído
Para evitar inflamaciones frecuentes dentro del canal auditivo, son suficientes algunas medidas preventivas. Como se enfatizó anteriormente, la humedad promueve la contaminación. Por lo tanto, se recomienda que evite mojarse los oídos durante demasiado tiempo mientras se baña. Y si obtiene agua, debe secar la oreja lo antes posible y evitar refrescarse. El tema de la limpieza de oídos sigue siendo controvertido. Los bastoncillos de algodón de uso común no son la mejor solución. Las gotas especialmente preparadas para este propósito, que están diseñadas para suavizar el cerumen, funcionarán mejor.
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