La mediastinitis es una afección grave, a menudo fatal, en el pecho. A pesar de que ocurre de forma esporádica, requiere una atención especial y acciones terapéuticas decisivas. ¿Cuáles son las causas y los síntomas de la mediastinitis? Como es tratado?
La mediastinitis es relativamente rara. Los datos muestran que solo hay unos pocos casos al año por centro especializado.
Debido a la variada etiología y curso, podemos distinguir varias formas clínicas. La mediastinitis infecciosa se divide en:
- mediastinitis aguda: puede ser limitada (absceso mediastínico), diseminarse en un compartimento determinado o presentarse como mediastinitis necrotizante descendente
- mediastinitis crónica
Mediastinitis: causas
La causa más común de mediastinitis aguda es la perforación (perforación) del esófago (90%). El esófago está dañado por varios mecanismos. El esófago puede perforarse como resultado de:
- Daño iatrogénico: generalmente una complicación de la esofagoscopia, es decir, un procedimiento endoscópico destinado a examinar el esófago; la complicación en sí es rara y su incidencia no supera el 0,5%
- Síndrome de Boerhaave: ruptura espontánea del esófago causada por un aumento de la presión en el esófago; se asocia con la aparición de vómitos intensos, con mayor frecuencia después de beber alcohol
- ingestión de un cuerpo extraño (incluso después de la ingestión de sustancias corrosivas)
- trauma - generalmente de naturaleza penetrante
El riesgo de inflamación mediastínica también está relacionado con la cirugía cardíaca. Por lo general, se asocia con una esternotomía de línea media, un acceso quirúrgico clásico en procedimientos cardíacos. Los factores que aumentan el riesgo de esta complicación antes de la cirugía incluyen:
- mayor edad
- obesidad
- pechos grandes
- diabetes
- terapia con esteroides
- EPOC
- condición después de la radioterapia
La mediastinitis aguda puede ser una complicación de las infecciones que afectan a la cabeza y el cuello (mediastinitis necrotizante descendente). Pueden extenderse por el camino desde, entre otros la cavidad bucal, alrededor de la garganta a través de espacios anatómicos, por ejemplo, el espacio post-garganta. Las infecciones odontogénicas son las lesiones primarias más frecuentes. Otras posibles causas también pueden incluir: absceso periamigdalino, otitis media, inflamación de las glándulas salivales o inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
La mediastinitis también puede ocurrir por la propagación continua de la infección. La fuente puede ser, por ejemplo:
- empiema pleural
- inflamación de las costillas, la columna vertebral, la articulación esternoclavicular
- abscesos abdominales
La mediastinitis crónica se caracteriza por una etiología diferente. Puede ser primario o secundario a un proceso inflamatorio preexistente. La mediastinitis infecciosa crónica es causada por microorganismos bacterianos y fúngicos. Infecciones tuberculosas (Tuberculosis micobacteriana) e histoplasmosis (Histoplasma capsulatum), que son la causa de la llamada Inflamación granulomatosa. La vía de la inflamación crónica puede ser un proceso de fibrosis que tiene consecuencias peligrosas. También puede ser idiopática y coexistir con otras enfermedades asociadas a la fibrosis progresiva, como con fibrosis retroperitoneal o bocio de Riedel.
Vale la pena saberloEl mediastino es el espacio entre los dos pulmones. Desde el frente están limitados por la superficie posterior del esternón y desde atrás por la columna. Los dividimos convencionalmente en mediastino superior e inferior, en el que podemos distinguir el mediastino anterior, medio y posterior. Es aquí donde se encuentran los órganos vitales, como el corazón, los grandes vasos, la tráquea, los bronquios, el esófago, el nervio frénico, etc. Es fácil imaginar lo peligrosa que puede ser la inflamación en esta zona.
Mediastinitis: síntomas
Los principales síntomas de la mediastinitis aguda incluyen:
- dolor de pecho (puede aumentar al toser y respirar)
- sensibilidad alrededor del esternón y las costillas
- fiebre
- taquicardia - aumento de la frecuencia cardíaca
- taquipnoe - respiración rápida
Los síntomas del paciente tienen una fuerte relación con la causa. En caso de perforación esofágica, pueden producirse crujidos cuando se presiona el cuello y el área supraclavicular. Este es un signo de neumotórax subcutáneo: la presencia de aire debajo de la piel del cuello. La mayoría de las veces es una consecuencia natural del neumotórax mediastínico (causado por la entrada de aire en el mediastino desde el esófago). La mediastinitis necrotizante descendente puede ir acompañada de síntomas de una infección en el área de la cabeza y el cuello, como trismo, dolor de muelas, dificultad para tragar o hinchazón y enrojecimiento en el área del cuello. La inflamación crónica suele ser levemente sintomática. Solo un proceso extenso y la fibrosis posterior pueden conducir a:
- estrechamiento de las vías respiratorias: dificultad para respirar, sibilancias, estridor
- síndrome de la vena cava superior
- estenosis del esófago - dificultad para tragar
- estenosis de la válvula mitral y las venas pulmonares
La complicación más peligrosa de la mediastinitis aguda es el shock séptico, que causa una tasa de mortalidad relativamente alta.
Mediastinitis: diagnóstico
Además del historial médico y los síntomas que pueden indicar mediastinitis, las pruebas de imagen, la radiografía y la tomografía computarizada, juegan un papel muy importante. Un hallazgo característico es el ensanchamiento del mediastino con presencia de gas y líquido. En los casos provocados por perforación del esófago pueden aparecer neumotórax, enfisema subcutáneo e incluso neumotórax. Es indispensable el uso de exámenes endoscópicos: esofagoscopia en caso de perforación esofágica y broncoscopia cuando existe sospecha de daño en el tracto respiratorio. La prueba de contraste del esófago también puede ser útil (¡es importante no usar pulpa de barita para la prueba!). El proceso responsable de la mediastinitis crónica requiere mediastinoscopia (examen invasivo del contenido del mediastino) y recolección de material para examen histopatológico, entre otros. para excluir un proceso neoplásico.
Mediastinitis: tratamiento
El tratamiento de la mediastinitis depende en gran medida del agente causal. En el caso de inflamación resultante de la perforación del esófago, es necesaria la reparación. En cada caso de daño en la parte torácica del esófago, es necesario insertar una sonda y aspirar el contenido gástrico, así como una terapia con antibióticos de amplio espectro.
El método de tratamiento aplicado depende del estado general del paciente, la extensión y ubicación de la lesión y el tiempo transcurrido desde la perforación.
El tratamiento quirúrgico de la perforación esofágica puede consistir en su sutura primaria mediante acceso clásico o toracoscópico, o resección y reconstrucción segmentaria con el uso de un "inserto" de una parte del estómago o intestino. Los métodos endoscópicos - colocación de stents autoexpandibles - también se utilizan en el suministro de perforaciones (principalmente iatrogénicas). En casos excepcionales y esporádicos, es posible utilizar un tratamiento conservador: terapia con antibióticos y nutrición parenteral.
Los elementos clave del tratamiento de la mediastinitis, que es una complicación de la infección en la cabeza y el cuello, incluyen, además del uso de antibióticos, la eliminación de la lesión primaria (por ejemplo, extracción de dientes, drenaje de abscesos) y el drenaje de los espacios fasciales del cuello y el mediastino.
El tratamiento es muy difícil en el caso de inflamación fibrosante crónica. A menudo, se trata de mejorar la calidad de vida y minimizar los síntomas eliminando las consecuencias del proceso de fibrosis: estrechamiento del esófago, el tracto respiratorio o los vasos grandes.