El síndrome de dolor pélvico es una de las razones más comunes por las que las mujeres visitan a un ginecólogo. Según la investigación, representa alrededor del 10 al 40 por ciento de todas las visitas. Sin embargo, el síndrome de dolor pélvico afecta no solo a las mujeres sino también a los hombres, especialmente a los que padecen prostatitis. Descubra cuáles son las causas y los síntomas del síndrome de dolor pélvico y para qué se trata.
El síndrome de dolor pélvico (CPP) es un término para el dolor que ocurre, tanto en mujeres como en hombres, en el área de la pelvis pequeña, es decir, la pared abdominal anterior, debajo del ombligo o en el área sacra de la espalda.
Las investigaciones muestran que el síndrome de dolor pélvico es una de las razones más comunes por las que las mujeres visitan las clínicas de ginecología, lo que representa alrededor del 10 al 40 por ciento de todas las visitas. La incidencia de CPP en la población de mujeres en edad reproductiva y mujeres posmenopáusicas es más alta que la frecuencia de migrañas y comparable a la incidencia de asma y asciende al 4%.
Síndrome de dolor pélvico - causas
En la pelvis hay órganos que pertenecen a varios sistemas: sistemas digestivo, sexual, urinario, vascular y musculoesquelético muy próximos, por lo que las causas del síndrome de dolor pélvico son complejas.
En mujeres con este síndrome de dolor, a menudo se diagnostican diversas enfermedades ginecológicas, como: endometriosis, adenomiosis, tumores de ovario, fibromas uterinos, presencia de un dispositivo intrauterino (aumenta el riesgo de inflamación), vulvodinia, síndrome de congestión pélvica, ovario residual, adherencias en la pelvis, embarazo ectópico.
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A su vez, en los hombres, la causa más común del síndrome de dolor pélvico es la inflamación de la glándula prostática.
Otras posibles causas de CPP incluyen: síndrome del intestino irritable, enfermedad diverticular, enteritis, estreñimiento, cistitis intersticial, apendicitis, cambios en la columna, cirugía transabdominal (por ejemplo, cesárea, especialmente por el método de Pfannenstiel).
El síndrome de dolor pélvico también puede ser psicológico. La depresión, el estrés mental, los trastornos del sueño, la ansiedad y los episodios de abuso sexual o físico también pueden conducir al desarrollo de CPP.
Síndrome de dolor pélvico - síntomas
El dolor en la parte inferior del abdomen es tan intenso que es imposible funcionar normalmente.
El síndrome de dolor pélvico se puede considerar cuando el dolor persiste durante al menos 6 meses.
Puede ir acompañada de dolor en el abdomen, epigastrio, espalda baja, perineo y miembros inferiores. El dolor es periódico o continuo y de intensidad variable.
Además, existen síntomas que sugieren una disfunción del tracto urinario inferior, los intestinos, el tracto genital o la función sexual, por ejemplo, períodos dolorosos y / o irregulares, dolor durante las relaciones sexuales, diarrea o estreñimiento, problemas para orinar.
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Además, los analgésicos tomados resultan ineficaces.
Síndrome de dolor pélvico - diagnóstico
Durante la visita médica, el médico debe preguntar a la paciente sobre los antecedentes de inflamación en el abdomen y los órganos reproductores, el embarazo y el parto, y realizar un examen físico completo.
Más del 80 por ciento los pacientes sienten dolor durante más de un año antes de ir al médico, y aproximadamente 1/3 - más de 5 años
También se recomienda realizar análisis de sangre, análisis general de orina, frotis bacteriológico de vagina y cérvix, ecografía de la cavidad abdominal, ecografía transvaginal y laparoscopia.
Si no se encuentran anomalías, vale la pena acudir a una consulta psicológica, porque la enfermedad puede ser psicógena.
Síndrome de dolor pélvico - tratamiento
Es posible que le administren los siguientes medicamentos para reducir el dolor:
- analgésicos como medicamentos antiinflamatorios no esteroides, paracetamol y opioides (estos se administran como último recurso)
- hormonales: anticonceptivos, progestágenos, agonistas de GnRH y danazol (por ejemplo, el tratamiento con gestágenos en CPP es beneficioso en pacientes con probables brotes de endometriosis)
- antidepresivos (indicados en algunos pacientes, especialmente en ausencia de causas visibles de CPP en laparoscopia)
- antibióticos (administrados en el caso de infecciones pélvicas)
Si este tipo de tratamiento no tiene éxito, su médico puede optar por tratamientos más invasivos, como:
- En el tratamiento del dolor fascial en el suelo pélvico y los músculos abdominales, se inyectan los puntos gatillo del dolor.
- En el caso de vulvodinia o inflamación de las glándulas vestibulares, se realizan procedimientos para eliminar o vaporizar (vaporizar) los tejidos de la vulva y el vestíbulo de la vagina.
- las lesiones dentro de la cavidad uterina son una indicación para su extirpación histeroscópica
- en el caso de fibromas sintomáticos, se realiza una miomectomía (extirpación quirúrgica)
- Las adherencias intraperitoneales de la pelvis más pequeña requieren la eliminación.
- en el caso de la menstruación dolorosa en el curso de la endometriosis, especialmente en los dolores ubicados en el medio, se realiza la ablación laparoscópica del nervio uterosacro o la escisión del plexo hipogástrico superior
Si se agotan estas y otras opciones de tratamiento, el médico puede decidir extirpar el útero (si la causa son problemas ginecológicos).
Bibliografía: Robak-Chołubek D., Sobstyl M., Malec K., Jakiel G.,Síndrome de dolor pélvico, "Revisión de la menopausia" 2007, núm. 2