El 10 de enero de 2019, el Ministerio de Salud anunció que el Ministro de Salud, prof. Łukasz Szumowski firmó una ordenanza que introduce nuevos servicios sanitarios en la lista de prestaciones garantizadas en el ámbito del tratamiento hospitalario. Entre ellos se encuentra el procedimiento de implantación / sustitución de un desfibrilador cardioversor completamente subcutáneo (S-ICD).
Gracias a la regulación del Ministerio de Salud, que puso fin al proceso de evaluación de S-ICD de muchos meses de duración, pronto podremos ofrecer este método a los pacientes que lo necesiten.
Como comunidad de cardiólogos que tratan arritmias cardíacas, a través de la educación, la investigación clínica y la divulgación de la ciencia, durante muchos años hemos apoyado métodos terapéuticos innovadores y el acceso universal a tratamientos modernos para todos nuestros pacientes.
El desfibrilador automático totalmente subcutáneo (S-ICD) es un método que aporta beneficios particulares a los pacientes en los que el uso del sistema clásico de DAI transvenoso es imposible o se asocia con un mayor riesgo de complicaciones. Se puede utilizar en pacientes con arritmias ventriculares después de un episodio de paro cardíaco, y en pacientes con insuficiencia cardíaca y contractilidad reducida del ventrículo izquierdo u otras patologías que tienen mayor riesgo de muerte súbita cardíaca.
El S-ICD se recomienda en situaciones especiales: se ofrece a pacientes con acceso venoso deficiente al corazón (causado, por ejemplo, por trombosis o anomalías anatómicas congénitas), pacientes con complicaciones infecciosas relacionadas con los implantes tradicionales de desfibrilador automático (ICD), así como a personas jóvenes. para quienes, debido a su larga esperanza de vida, una demora en el uso del sistema venoso como vía de acceso para el electrodo de desfibrilación puede reducir los problemas de salud asociados a él durante muchos años. En pacientes calificados para la implantación de S-ICD, puede que no haya indicaciones para marcapasos permanente.
Los beneficios de esta terapia serán especialmente beneficiosos para los pacientes con riesgo de muerte prematura por arritmia, en los que el uso de un sistema desfibrilador automático transvenoso clásico se asociaría a un alto riesgo de complicaciones, y para los pacientes que, por condiciones anatómicas, no pueden recibir un dispositivo estándar.
Hasta ahora, el trámite no estaba incluido en la canasta de prestaciones garantizadas y debía ser financiado individualmente con el consentimiento del pagador. La evaluación y disposición de las reglas de calificación para este procedimiento, que es introducida por el reglamento del Ministerio de Salud, permitirá un acceso óptimo al S-ICD para los pacientes que más necesitan esta forma de terapia.