El mutismo se diagnostica cuando un niño guarda silencio o el habla está severamente restringida. Una causa frecuente de esta situación es una situación estresante, por ejemplo, ir al jardín de infancia oa una nueva escuela. ¿Cuáles más son las causas del mutismo? ¿Cómo reconocer sus síntomas? ¿Cuál es el tratamiento de esta condición?
El mutismo es un trastorno del habla, cuya esencia es la falta o limitación del habla en un niño o adulto, mientras lo comprende. Para diagnosticar el mutismo, su duración debe ser de al menos 1 mes. El mutismo afecta con mayor frecuencia a los niños, ya que sus síntomas suelen aparecer entre los 3 y los 5 años de edad. En este rango de edad, afecta a las niñas con más frecuencia que a los niños.
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Mutismo - causas
Cuando el niño no habla, es posible sospechar defectos en la estructura anatómica del aparato del habla: laringe, paladar, boca, lengua, mandíbulas. El daño a los centros nerviosos del cerebro que controlan el habla también puede causar este trastorno. En tales situaciones, se diagnostica mutismo orgánico.
Sin embargo, con mucha más frecuencia la limitación del habla o su falta es psicológica: es un mutismo funcional. Entonces, sus causas incluyen:
- errores educativos (por ejemplo, prohibiciones excesivas);
- patologías familiares (alcoholismo, violencia doméstica - abuso mental y físico de un niño), que son la causa de experiencias dolorosas, trauma;
- nuevas situaciones que pueden causar estrés (por ejemplo, ir al jardín de infancia, la escuela);
- criar a un niño en una familia bilingüe. Entonces, el mutismo puede resultar de la falta de conocimiento del idioma o malestar relacionado con el uso del idioma;
Otras posibles causas del mutismo son los trastornos de la comunicación (p. Ej., Tartamudeo) o trastornos generalizados del desarrollo (p. Ej., Autismo).
En los adultos, el mutismo puede ser el resultado de un daño cerebral como resultado de un accidente, un derrame cerebral, etc. También puede ser una consecuencia de experiencias emocionales o un síntoma de enfermedad mental (por ejemplo, esquizofrenia).
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Hay 3 tipos de mutismo:
- mutismo total
El niño no habla en absoluto, pero puede susurrar, hacer sonidos inarticulados e incluso gritar. También puede responder preguntas asintiendo con la cabeza o haciendo otros gestos para comunicarse. Los síntomas concomitantes pueden ser dificultad para tragar, anorexia.
- mutismo situacional
Se diagnostica en niños que hablan con normalidad, y la falta o limitación del habla se produce en ellos solo en determinadas situaciones, generalmente estresantes, difíciles (a menudo es ir al jardín de infancia o la escuela). Luego, el niño se comunica con el entorno mediante gestos o expresiones faciales. También puede proporcionar respuestas escritas a preguntas. Este tipo de mutismo desaparece a medida que cambia la situación que lo provocó. Por ejemplo, cuando una estancia en el jardín de infancia o la escuela deja de ser una situación nueva y estresante para un niño, comienza a hablar normalmente.
- mutismo selectivo (selectivo)
El niño elige a las personas con las que normalmente habla y no habla con los demás en absoluto. También puede evitar el contacto visual, quedarse quieto, no mostrar ninguna emoción cuando trata de hacer contacto verbal con él, o viceversa; puede romper a llorar, huir o actuar de manera agresiva, como patear.
Las personas con las que su hijo habla normalmente suelen ser miembros de la familia. Por otro lado, aquellos con los que evita la comunicación verbal suelen ser adultos extranjeros. Los psicólogos también suelen encontrarse con una situación en la que un niño habla con sus familiares en casa y guarda silencio en el jardín de infancia o en la escuela.
Mutismo - diagnóstico
Para diagnosticar el mutismo, se debe visitar a un logopeda y un psicólogo / psiquiatra que harán el diagnóstico final.
Mutismo - tratamiento
El tratamiento para el mutismo debe iniciarse lo antes posible antes de que se vuelva permanente. Implica reuniones con un psicoterapeuta. Utiliza terapia conductual que tiene como objetivo absorber nuevos comportamientos y eliminar los fijos que son desfavorables, y / o terapia psicodinámica (el terapeuta intenta llegar a los problemas que están en el inconsciente del paciente).
También es importante preservar el medio ambiente en relación con el niño. Por ejemplo, el personal del jardín de infantes y la escuela debe ayudar al niño a establecer relaciones con otros niños y enviar comentarios amables al niño para que se sienta más seguro. También puede alentar gradualmente a su hijo a hablar jugando (por ejemplo, en un teléfono para sordos). Los juegos de respiración, como hacer pompas de jabón, también pueden ser útiles.
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