ADD es un trastorno mental que involucra una variedad de problemas de atención. Esta unidad se presenta principalmente en niños, pero los adultos también pueden tener un problema. Un paciente con TDA puede experimentar muchas dificultades debido a sus trastornos, que incluyen en la vida familiar o profesional. ¿Hay alguna forma de evitarlos? ¿Se puede ofrecer un tratamiento eficaz a los adultos con TDA?
ADD (abreviatura de trastorno por déficit de atención) es trastorno por déficit de atención. Este problema se trata como una variante del TDAH, y se distingue de esta unidad por la falta de hiperactividad motora o su aparición solo con una leve intensidad.
Los trastornos de atención generalmente se clasifican como problemas que afectan a los niños. De hecho, el ADD ocurre tanto en niños como en adultos.
Según las estadísticas, hasta el 6% de los adultos pueden tener problemas con ADD.
ADD (trastorno por déficit de atención) en adultos: causas
La alteración de la atención, incluso si se diagnostica solo en la edad adulta, comienza mucho antes. En realidad, el TDA comienza en la infancia, pero el problema persiste durante la edad adulta; no es que el trastorno por déficit de atención infantil desaparezca después de los 18 años. Entonces, el TDA de la infancia simplemente se convierte en un TDA de adulto. Los retrasos en el diagnóstico del trastorno pueden deberse, por ejemplo, al hecho de que el TDA no tiene síntomas tan claros como el TDAH (en el que suele haber mucha atención, hiperactividad); es por eso que a veces el diagnóstico de los trastornos por déficit de atención se realiza solo en adultos.
Aún se desconoce la causa inequívoca de ADD en niños y adultos. Se cree que los genes heredados pueden desempeñar un papel en la patogenia del trastorno; es notable que el trastorno por déficit de atención es más común en personas cuyas familias han experimentado problemas similares antes.
La causa del trastorno por déficit de atención en adultos también puede ser alteraciones en la cantidad de neurotransmisores en el sistema nervioso; tal hipótesis puede confirmarse por el hecho de que los medicamentos que a veces se administran a pacientes con TDA, que afectan los niveles de neurotransmisores, pueden mejorar su psique.
Los científicos también mencionan ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de trastorno por déficit de atención; los fenómenos potenciales relacionados con el trastorno incluyen:
- el uso de sustancias psicoactivas por parte de la madre durante el embarazo (por ejemplo, drogas, alcohol) o el tabaquismo,
- precocidad,
- exposición del paciente a sustancias tóxicas (por ejemplo, compuestos de plomo).
ADD (trastorno por déficit de atención) en adultos: síntomas
Una persona con TDA puede ser una pareja difícil en una relación y también es difícil trabajar con ella. Las dificultades surgen de problemas con el trastorno por déficit de atención en adultos. Ellos pueden ser:
- Problemas importantes de concentración y atención: el paciente con TDA tiene dificultades para concentrarse en una actividad, pero también para mantenerse concentrado mientras la realiza. Problemas de esta naturaleza llevan a que el individuo pueda incluso realizar las tareas que se le asignan, aunque puede hacerlo de manera imprecisa, omitiendo los detalles. Los trastornos de concentración asociados con ADD también pueden causar dificultades al escuchar a otras personas, o dificultades posteriores para recordar de qué trataban esas conversaciones.
- Problemas con la organización de la vida cotidiana. Una persona que sufre de TDA puede tener dificultades para comenzar a desempeñar sus funciones: el inicio de una actividad puede posponerse por un tiempo indefinido "más tarde". Debido a las dificultades con la organización y planificación de su tiempo, el paciente puede llegar tarde y aún llegar tarde, además, las personas con TDA suelen tender a perder diversos elementos, como llaves o documentos.
- Dificultad para realizar múltiples tareas. Un paciente con TDA experimenta trastornos de la atención a diario: su atención se distrae fácilmente, lo que le hace prácticamente imposible realizar varias tareas al mismo tiempo.
- Trastornos emocionales. En ADD, el paciente puede experimentar una baja autoestima, pero también varios trastornos del estado de ánimo. Su estado de ánimo puede ser inestable y también puede notarse una mayor irritabilidad.
ADD (alteración de la concentración y la atención) en adultos: consecuencias del trastorno
ADD es difícil no solo para el paciente que lucha sino también para quienes lo rodean. Como resultado, una persona con TDA no pocas veces se encontrará con las quejas de su pareja que a pesar de las repetidas advertencias, por ejemplo, para hacer compras o pagar facturas. Una persona con TDA también puede parecer desinteresada en hablar con su pareja debido al hecho de que puede ser difícil para él enfocar su atención en una conversación duradera; esta situación también puede causar muchas discusiones ...
Las dificultades de las personas con TDA también afectan su vida profesional. Un paciente con déficit de atención puede olvidarse de las órdenes del supervisor o realizar las tareas asignadas de manera imprecisa, además, la duración del cumplimiento de las obligaciones puede ser mayor que cuando lo haría una persona sin TDA.
ADD también puede generar problemas a nivel educativo. Alumno con TDA: es difícil concentrarse en la conferencia y también pueden aparecer problemas relacionados con la concentración y los trastornos de atención durante los exámenes.
Cabe destacar que el TDA no es el único trastorno mental de los pacientes. Problemas como los trastornos del estado de ánimo (generalmente en forma de estado de ánimo deprimido) o los trastornos de ansiedad también pueden coexistir con esta entidad. Debido a los problemas familiares y profesionales que experimentan las personas con TDA, en este grupo de pacientes se incrementa el riesgo de consumir sustancias psicoactivas, así como el riesgo de desarrollar adicción a dichas sustancias.
ADD (alteración de la concentración y la atención) en adultos: reconocimiento
El diagnóstico de TDA en adultos incluye, en primer lugar, un historial médico completo. Durante el mismo, se le pregunta al paciente sobre las dolencias que experimenta; una gran pista es la información de que los problemas ya aparecieron en la infancia. Las escalas específicas que utilizan los psiquiatras y psicólogos para evaluar la gravedad de los trastornos por déficit de atención desempeñan un papel útil en el diagnóstico del TDA.
Sin embargo, antes de que se pueda diagnosticar a un paciente con ADD, se deben descartar otras posibles causas de sus síntomas. El diagnóstico diferencial debe tener en cuenta tanto entidades psiquiátricas (como, por ejemplo, trastornos depresivos, trastornos de adaptación o trastornos de ansiedad) como entidades somáticas (p. Ej., Daño cerebral, trastornos tiroideos o convulsiones epilépticas).
ADD (alteración de la atención y la atención) en adultos: tratamiento
Los pacientes con ADD pueden tomar ciertos pasos por sí mismos que los ayudarán en sus actividades diarias. Un papel útil en la organización del tiempo puede desempeñarse, por ejemplo, mediante el uso de alarmas en el teléfono, recordándole que realice una actividad o planificando su día todas las mañanas. También es importante dormir lo suficiente y cuidar la apariencia de su entorno: el mero orden en el escritorio puede ayudar a enfocar la atención, mientras que un desorden definitivamente puede favorecer la aparición de trastornos.
Hay dos métodos de tratamiento especializado del TDA en adultos: psicoterapia y farmacoterapia. La psicoterapia en el TDA se puede realizar utilizando varias técnicas, puede ser, por ejemplo, psicoterapia cognitivo-conductual (TCC) o terapia familiar. Las intervenciones psicoterapéuticas parecen ser la opción más ventajosa para la terapia ADD porque los medicamentos y sí, pueden mejorar la condición de los pacientes, sin embargo, su uso puede estar asociado con efectos secundarios. Por lo tanto, la farmacoterapia para el trastorno por déficit de atención en adultos se inicia solo cuando los beneficios esperados superan los posibles riesgos. En el tratamiento del TDA en adultos, se utilizan tanto estimulantes (como metilfenidato) como no estimulantes (como atomoxetina).