La ciclosporina es un polipéptido cíclico de 11 aminoácidos producido por el hongo Tolypocladium inflatum. La ciclosporina es un fármaco potente que actúa como inmunosupresor (es decir, inhibe la producción de anticuerpos y células inmunitarias por varios agentes llamados inmunosupresores).
Tabla de contenido
- ¿Para qué se utiliza la ciclosporina?
- Contraindicaciones para el uso de ciclosporina.
- El efecto de la ciclosporina en el cuerpo.
- ¿Cuándo y con quién tener cuidado al tomar ciclosporina?
- ¿Cómo y cuándo tomar ciclosporina?
- Ciclosporina, embarazo y lactancia
- Ciclosporina en el tratamiento de animales
- Efectos secundarios de la ciclosporina
¿Para qué se utiliza la ciclosporina?
- prevención del rechazo de trasplantes
Esto es cierto en la mayoría de los pacientes que han tomado anteriormente otros fármacos inmunosupresores, y en los que estos no han cumplido su función y siguen en riesgo de rechazo del trasplante. La ciclosporina previene el rechazo de trasplantes alogénicos de corazón, riñones, hígado, páncreas, intestino delgado, pulmones y piel. Alogénico significa que es un trasplante de tejido u órgano de un individuo de la misma especie.
- en la enfermedad de "injerto contra huésped"
La ciclosporina debilita significativamente la reacción de "injerto contra huésped" después del trasplante de médula ósea; es una reacción fisiológica indeseable que tiene lugar en el organismo del receptor del trasplante bajo la influencia de antígenos extraños-linfocitos introducidos por el donante. La enfermedad de injerto contra huésped suele ser muy grave e incluso puede provocar la muerte del paciente.
- con uveítis
Esto se aplica a la uveítis ocular intermedia o posterior que pone en peligro la visión, especialmente cuando el tratamiento tradicional es ineficaz, no produce los efectos deseados o provoca efectos secundarios que ponen en peligro la vida o la salud.
- córnea inflamada
y más concretamente en el tratamiento local de la queratitis grave en adultos con síndrome de ojo seco que no han mejorado a pesar del uso de preparados diseñados para hidratar el ojo, los llamados lagrimas artificiales.
- en el tratamiento del síndrome nefrótico
- en la artritis reumatoide
- en el tratamiento de la psoriasis
- con dermatitis atópica
Los fármacos inmunosupresores se utilizan en el tratamiento de muchas enfermedades autoinmunes. En su curso, el sistema inmunológico ataca sus propias células y tejidos (los trata como enemigos), lo que resulta en un daño permanente.
Los fármacos inhiben la respuesta del sistema inmunológico, prolongando así los períodos de remisión de la enfermedad y aliviando los síntomas para mejorar la calidad de vida del paciente.
Se utilizan con mayor frecuencia en la artritis reumatoide, psoriasis, pero también en enfermedades como
- lupus
- pénfigo
- enteritis ulcerosa
- enfermedad de Crohn
Contraindicaciones para el uso de ciclosporina.
Como todos los fármacos, la ciclosporina no siempre se puede utilizar a pesar de sus indicaciones.
La principal contraindicación es la hipersensibilidad al principio activo o cualquier componente del preparado.
Además, también debe recordarse que la ciclosporina afecta a todo el cuerpo del paciente y esto no siempre es beneficioso para él. Por lo tanto, antes de comenzar la terapia, especialmente cuando el cuerpo está debilitado, se debe realizar una entrevista y pruebas exhaustivas.
El efecto de la ciclosporina en el cuerpo.
La ciclosporina, al igual que otros medicamentos inmunosupresores, desafortunadamente aumenta el riesgo de desarrollar linfomas y otras neoplasias malignas, principalmente cánceres de piel. Debido al riesgo potencial de neoplasias malignas de la piel, los pacientes tratados con ciclosporina deben evitar la exposición excesiva a la luz solar y no deben exponerse a radiación UVB o fotoquimioterapia.
La ciclosporina, al igual que otros inmunosupresores, también aumenta el riesgo de desarrollar todo tipo de infecciones: bacterianas, fúngicas, parasitarias y virales, a menudo causadas por microorganismos oportunistas (es decir, aquellos que causan infecciones, pero solo en personas inmunodeprimidas, no dañan y personas sanas cuyo cuerpo pueda afrontarlas sin problemas).
Una complicación frecuente y grave de la terapia con ciclosporina puede ser un aumento de la creatinina y la urea. La concentración depende de la dosis y suele resolverse después de la reducción de la dosis. Sin embargo, en el curso de un tratamiento a largo plazo, pueden ocurrir cambios en la estructura de los riñones que no son tan fáciles de tratar. Por tanto, se debe controlar la función renal durante el tratamiento con ciclosporina. La función renal debe controlarse cuidadosamente en los ancianos y en los niños.
La ciclosporina también puede causar un aumento transitorio relacionado con la dosis de la bilirrubina sérica y un aumento de las enzimas hepáticas. Esta situación ocurre con mayor frecuencia en personas con otras comorbilidades y un cuerpo generalmente debilitado. En las personas después de un trasplante de órganos, desafortunadamente, estos trastornos a menudo conducen a la muerte. Por lo tanto, la función hepática debe controlarse cuidadosamente y puede ser necesario reducir la dosis o cambiar a otro medicamento si se presentan trastornos.
Antes del tratamiento y después de aproximadamente un mes de tratamiento con ciclosporina, también es aconsejable medir el nivel de lípidos en sangre (es decir, colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos).
En caso de aumento de lípidos, se debe considerar un cambio en la dieta, y si esto no funciona, puede ser necesaria una reducción de la dosis de ciclosporina. Cabe recordar que un aumento del colesterol en sangre, especialmente el colesterol "malo", puede provocar enfermedades graves del corazón y de todo el sistema circulatorio. Y esto puede ser muy peligroso para un organismo ya debilitado.
La ciclosporina aumenta el riesgo de hiperpotasemia (aumento de la concentración de potasio en el suero sanguíneo), especialmente en pacientes con insuficiencia renal conocida.
También se debe tener precaución cuando se toma ciclosporina concomitantemente con diuréticos ahorradores de potasio, inhibidores de la ECA, antagonistas de los receptores de angiotensina y medicamentos que contienen potasio, y en pacientes con una dieta rica en potasio. En tal situación, se recomienda verificar regularmente la concentración de potasio en el plasma sanguíneo para evitar un exceso. También es una buena idea observar su dieta y reducir su consumo de potasio si es necesario.
La ciclosporina también aumenta el aclaramiento (es decir, la excreción) de magnesio, lo que puede provocar hipomagnesemia (es decir, niveles reducidos de magnesio en el cuerpo). Por ello, conviene recordar controlar periódicamente la concentración de este elemento en la sangre y, si es necesario, cambiar de dieta, introducir alimentos ricos en magnesio o utilizar su suplementación.
¿Cuándo y con quién tener cuidado al tomar ciclosporina?
- cuando se usa el medicamento en pacientes con psoriasis y dermatitis atópica
Esto afecta principalmente a pacientes de edad avanzada. Solo deben tratarse en presencia de psoriasis discapacitante o dermatitis atópica, con controles regulares de la función renal, la presión arterial y controles de lípidos.
Antes de iniciar el tratamiento con ciclosporina, se debe realizar un examen minucioso y, preferiblemente, una biopsia de las lesiones cutáneas no características de la psoriasis. Especialmente en los casos en los que existe riesgo de que sean cambios neoplásicos o condiciones precancerosas.
- durante la terapia con eritromicina
Debe evitarse la administración oral de eritromicina, ya que tiene la capacidad de aumentar los niveles sanguíneos de ciclosporina. Si no se dispone de un tratamiento alternativo, se recomienda un control cuidadoso de los niveles sanguíneos de ciclosporina y la función renal, y se debe prestar mayor atención a cualquier síntoma alarmante. La ingesta simultánea de ciclosporina y eritromicina aumenta la probabilidad de efectos secundarios.
- con tumores de piel malignos
Las personas con tumores cutáneos malignos o afecciones cutáneas precancerosas deben tratarse con ciclosporina solo después del tratamiento adecuado de estas lesiones y solo si no hay otra posibilidad de terapia eficaz, y luego este tratamiento debe realizarse bajo estricta supervisión médica.
- con infección de la piel por Staphylococcus aureus
La infección de la piel con Staphylococcus aureus no es una contraindicación para el uso del medicamento, pero se debe realizar una terapia paralela con medicamentos antibacterianos apropiados para que todo el cuerpo no se infecte.
¿Cómo y cuándo tomar ciclosporina?
La ciclosporina se toma por vía oral, el médico decide con qué frecuencia y en qué dosis, después de un historial médico completo y pruebas básicas.
Es mejor tomarlo con una comida, pero tenga cuidado de no beber jugo de toronja durante este tiempo. Este jugo aumenta el efecto de la ciclosporina. Para evitar interacciones, no debe beber jugo de toronja ni comer toronjas al menos 4 horas antes y 4 horas después de tomar el medicamento.
Además, la ciclosporina no debe combinarse con preparaciones que contengan hierba de San Juan. Esta planta reduce la concentración del fármaco en el plasma sanguíneo, lo que puede provocar el rechazo del trasplante.
Ciclosporina, embarazo y lactancia
La ciclosporina durante el embarazo solo se puede utilizar por motivos de vida, es decir, cuando es un fármaco que "salva vidas".
La experiencia con el uso de la droga durante el embarazo es limitada.
Se han realizado pocos estudios solo en animales.
Tampoco se recomienda amamantar, ya que la ciclosporina pasa a la leche materna y esto puede tener un efecto impredecible en el bebé.
Ciclosporina en el tratamiento de animales
La ciclosporina se ha utilizado en medicina veterinaria durante más de veinte años. Este fármaco se utiliza, entre otras cosas, en dermatología veterinaria para enfermedades como:
- dermatitis atópica
- enfermedades autoinmunes (por ejemplo, pénfigo deciduo)
- inflamación de las glándulas sebáceas
- y en otras enfermedades menos frecuentes
Efectos secundarios de la ciclosporina
Como todos los medicamentos, la ciclosporina puede provocar efectos secundarios. No serán los mismos en todos los pacientes. Su intensidad también puede ser diferente. Todo depende del estado general del paciente, otras comorbilidades y medicamentos que se tomen al mismo tiempo.
Los efectos secundarios principales y más comunes incluyen:
- hiperlipidemia, es decir, un aumento del nivel de colesterol en sangre (puede provocar el desarrollo de aterosclerosis)
- temblores musculares
- Crecimiento excesivo de vello en la piel del cuerpo y la cara.
- dolores de cabeza y presión arterial alta inmanejable
- problemas de riñon
- aumento de azúcar en sangre (hiperglucemia)
- aumento de los niveles séricos de ácido úrico (hiperuricemia)
- niveles altos de potasio (hiperpotasemia)
- niveles bajos de magnesio (hipomagnesemia)
- náuseas, vómitos, dolor de estómago, diarrea
- convulsiones, confusión, desorientación
- cambios de personalidad, agitación, insomnio, cambios en la visión
- ceguera, coma, parálisis de parte o de todo el cuerpo, rigidez de cuello, pérdida de coordinación
Si el paciente nota estos u otros síntomas perturbadores durante la terapia con ciclosporina, debe consultar a un médico de inmediato.
Debe recordarse que la irresponsabilidad extrema es, por ejemplo, el autoajuste de la dosis o la interrupción del tratamiento. Esto puede poner en peligro no solo la salud, sino también la vida del paciente.
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