La enfermedad mental es un estado de percepción alterada de la realidad real. ¿Cómo reconocer una enfermedad mental? El paciente tiene alucinaciones, delirios y trastornos del pensamiento. En la enfermedad mental, una falsa recepción o experiencia del mundo conduce a comportamientos y acciones extraños e injustificados. Conozca los diferentes síntomas de la enfermedad mental.
La enfermedad mental es una forma de escape inconsciente del mundo real. ¿Cómo reconocer una enfermedad mental? En mayor o menor medida, el enfermo se hunde en el mundo que es producto de su mente. Un síntoma de enfermedad mental es que fragmentos de la realidad se entremezclan con delirios o se experimentan de manera inexplicable. Por lo general, la enfermedad mental se asocia con mucho sufrimiento que experimenta la persona enferma. Sin embargo, no siempre perturba por completo la vida del paciente y cambia sus contactos con la realidad. El tratamiento permite a las personas con esquizofrenia, depresión o trastorno bipolar llevar una vida normal.
Enfermedad mental - síntomas
La definición de lo que es una enfermedad mental en términos de medicina y lo que es solo un trastorno cambia constantemente. Las enfermedades que hasta hace poco estaban en el registro de enfermedades pasan a ser trastornos. Sin embargo, hay síntomas que son tan perturbadores que probablemente sugieran una enfermedad mental.
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- Trastorno del pensamiento. El flujo mental de una persona con enfermedad mental está desorganizado. Se manifiesta, por ejemplo, en un salto brusco a hilos completamente diferentes, no relacionados con los anteriores. Hay caos en mi mente. Los hilos se rompen, el enfermo no detiene sus pensamientos. En una conversación, es difícil seguir a una persona así e incluso descubrir de qué están hablando. Una distracción, pensamientos interrumpidos o, por el contrario, la aparición de uno o más pensamientos a los que el paciente regresa obsesivamente, pueden indicar una enfermedad mental.
- Delirios, es decir, creencias falsas que no pueden ser refutadas por ningún argumento racional y lógico. Un enfermo puede estar convencido de que alguien lo está siguiendo o amenazando, puede pensar que es omnipotente, piensa, contra todas las premisas racionales, que puede convertirse en un rico, un líder, un salvador ... lo interpreta como un ataque deliberado contra sí mismo. El repertorio de tales creencias e interpretaciones falsas es interminable.
- Alucinaciones. Éstas, a su vez, son experiencias sensoriales falsas o no verdaderas. El enfermo escucha voces inaudibles para los demás, ve algo que no está ahí, siente gustos que los demás no sienten, etc.Las alucinaciones suelen ir acompañadas de delirios.
- Cambios emocionales. El enfermo experimenta estados emocionales inadecuados a la realidad. Explota de ira irracional, se agita demasiado o, por el contrario, se vuelve letárgico. Tiene ataques de ansiedad o risa que son completamente injustificados para el medio ambiente. Estas emociones son causadas por pensamientos y percepciones distorsionadas. Sugieren que la persona enferma está en su propio mundo. La indiferencia repentina hacia otras personas y lo que sucede a su alrededor también puede ser perturbador.
- Retirada de la vida. Este síntoma no siempre ocurre con una enfermedad mental. A veces, los pacientes, a pesar de las alteraciones en la esfera de los sentimientos o del pensamiento, funcionan bastante bien en el mundo social. Sin embargo, la retirada de la vida, la tendencia al aislamiento y la pérdida de interés en los asuntos de familiares y amigos, así como en el mundo exterior, pueden ser un signo importante de enfermedad mental.
Qué hacer cuando sospecha que un ser querido tiene una enfermedad mental
En primer lugar, no intente diagnosticarlo. Siempre existe el peligro de que malinterpretemos el comportamiento y los estados emocionales. La mejor solución es hacer que la persona consulte a un psiquiatra o psicólogo. Solo un especialista tiene más probabilidades de reconocer y diagnosticar una enfermedad y ayudar con el sufrimiento. Porque la enfermedad mental suele ir asociada a un gran sufrimiento experimentado por el paciente. Es imperativo persuadir a las personas que tienen pensamientos suicidas para que visiten a un médico e incluso se presenten en el hospital.
Cada vez más polacos desarrollan enfermedades mentales. Un hospital psiquiátrico no tiene por qué ser un último recurso, sino parte de su tratamiento.
Fuente: Biznes.newseria.pl