Al parecer, nuestro cerebro puede evitar comer mal. Para funcionar correctamente, debe estar bien nutrido.
Para funcionar correctamente, el cerebro humano necesita una dieta adecuada rica en carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas A, C, E y todo el grupo B. Las interrupciones demasiado largas en el suministro de energía debilitan la concentración y el pensamiento lógico.
No más alimentos procesados
Demasiadas grasas trans en la dieta puede hacer que nuestro cerebro se encoja, y todo tipo de pruebas relacionadas con la memoria y el rendimiento mental definitivamente no serán las mejores. La margarina, las patatas fritas, las papas fritas, las sopas en polvo y la comida rápida son las peores dietas posibles para el cerebro. Cuantas más grasas "malas", más problemas tiene para concentrarse y pensar con lógica. Lo que es peor, tal dieta aumenta el riesgo de desarrollar Alzheimer.
Glucosa: solo se sirve sabiamente
La glucosa ingresa al torrente sanguíneo y le da a las neuronas una patada enérgica. Sin embargo, recuerde no entregarlo demasiado rápido. Una barrita en lugar del desayuno hará que el nivel de azúcar en sangre suba rápidamente, pero bajará aún más rápido y nos sentiremos como "algo dulce" nuevamente. La mejor forma de aumentar el suministro de glucosa es consumir bebidas dulces media hora antes del aumento deseado de la actividad mental. Esta forma es muy fácil de digerir y llega rápidamente a nuestra sangre.
El pan blanco provoca trastornos de concentración
Todo tipo de pan blanco (panecillos, jalá, bollos, así como la pasta y el arroz) tienen un índice glucémico alto, lo que provoca picos repentinos de glucosa y, por lo tanto, un suministro de combustible irregular al cerebro. Desde aquí es sólo un pequeño paso para alterar la concentración y ralentizar los procesos del pensamiento racional. Los carbohidratos complejos, ricos en fibra, son mucho más saludables: arroz negro, avena, avena o legumbres, cuya digestión lleva mucho tiempo y la energía se libera gradualmente.
La dieta perfecta para el cerebro
Entonces, ¿qué comer para ser sabio? En primer lugar, el pescado, que es rico en ácidos grasos omega 3 y, como se ha demostrado, la falta de este ácido contribuye a la depresión. A su vez, las nueces estimulan el trabajo del cerebro. Por las mismas razones, también vale la pena comer pan negro con semillas y cereales. Recordemos también los huevos, porque son ricos en los llamados precursores de acetilcolina, un neurotransmisor responsable, p. para recordar palabras. La dopamina nos mantiene alerta y concentrados, pero llenos de energía. Así que centrémonos en las legumbres, la carne (guisada o cocida) y los mariscos. Tenga cuidado con el café, aunque la cafeína mejora el pensamiento, también bloquea la absorción de hierro, un elemento importante para la eficiencia del cerebro. Además, elimina el magnesio muy rápidamente, lo que aumenta la capacidad de recordar información.
Última comida: 2 horas antes de acostarse
Recuerde que después de una comida nuestro estómago se ve obligado a digerir, lo que también involucra al corazón, hígado y riñones. Todo hace que nuestro cerebro no pueda descansar en paz. Mientras tanto, durante el sueño, el llamado consolidación de rastros de memoria. La información que se ingresa en el cerebro durante el día y la noche se codifica y se guarda. Por lo tanto, nuestro sueño debe ser tranquilo y tranquilo. Debemos comer nuestra última comida a más tardar dos horas antes de acostarnos.