La venografía es un examen radiológico de las venas (con mayor frecuencia de las extremidades inferiores) después de que el contraste se administra directamente en el vaso venoso. Se realizan ante la sospecha de coágulos de sangre en las venas de las extremidades inferiores, con varices.
La venografía es una prueba invasiva. Se le remitirá a ellos cuando los resultados de la ecografía no sean concluyentes o si necesita someterse a una cirugía; en este caso, es necesario obtener imágenes cuidadosas del sistema venoso. El examen también se realiza en casos de cambios varicosos recurrentes después de la cirugía.
La venografía implica la administración de un agente de contraste en la vena femoral o las venas del pie o braquial y luego observar las vías a través de las cuales se propaga. Hay dos tipos de venografía: ascendente y descendente.
Venografía ascendente
Se realiza para diagnosticar la trombosis venosa profunda. Su médico le inyecta un agente de contraste en una vena en la parte posterior de su pie, que se dirige al sistema de venas profundas. Para hacer visibles las venas profundas de las extremidades inferiores, te pone un torniquete en la mitad de la espinilla o te coloca de pie sobre una mesa basculante. Sin embargo, no es posible examinar las venas ilíacas internas o las venas profundas del muslo de esta manera.
Venografía descendente
Se utiliza para visualizar el reflujo venoso, es decir, el reflujo sanguíneo en el sistema superficial y profundo, y para determinar los lugares de fuga: desde la pelvis a los miembros inferiores y desde el sistema profundo al superficial. Con su ayuda, también puede ver la ubicación y morfología de las válvulas venosas. Durante este examen, se acuesta en una mesa basculante que es casi vertical. El médico guía una cánula, es decir, una aguja especial para la inserción en la vena braquial, femoral o poplítea, y luego inyecta un agente de contraste. El examen evalúa la capacidad de las venas profundas y las conexiones de los sistemas superficiales y profundos.