Las hormonas secretadas por el cuerpo durante el estrés se movilizan para hacer frente a situaciones difíciles y estresantes. Un efecto tan a corto plazo de las hormonas no es dañino para la salud, por el contrario, es muy beneficioso. Sin embargo, el estrés prolongado y, por tanto, la acción constante de las hormonas del estrés, puede conducir al desarrollo de, entre otros, enfermedad cardiovascular y obesidad. Compruebe cómo funcionan las hormonas secretadas por el cuerpo durante el estrés.
Las hormonas secretadas por el cuerpo durante el estrés son adrenalina y noradrenalina (catecolaminas) y cortisol (un glucocorticoide). De todas las hormonas del estrés secretadas a la sangre por las glándulas suprarrenales, la adrenalina juega un papel importante en una situación tensa.
Se lanza primero. El cortisol se libera durante períodos de estrés intenso, que duran más de 10 a 20 minutos.
La tarea de las hormonas del estrés es asegurar la preparación del cuerpo en situaciones estresantes.
Hormonas del estrés: ¿cómo funcionan? Adrenalina
La adrenalina (epinefrina) es una hormona producida en la médula de las glándulas suprarrenales, así como en algunas neuronas del sistema nervioso central.
Los precursores de la adrenalina son la dopamina y la noradrenalina, esta última realizando funciones hormonales. La adrenalina aumenta los niveles de glucosa en sangre y media en la transmisión de impulsos del sistema nervioso simpático a los tejidos.
Las hormonas secretadas por el cuerpo durante el estrés ayudan al cuerpo a lidiar con una situación difícil, la llamada estresante.
¿Qué papel juega en momentos de estrés? La adrenalina y la norepinefrina afectan principalmente al sistema circulatorio, mejoran la circulación y aumentan la frecuencia cardíaca, y mejoran el tono muscular.
La adrenalina también aumenta la necesidad de oxígeno del cuerpo (aumenta la saturación de oxígeno del cerebro y otros tejidos) y aumenta la temperatura corporal.
Hormonas del estrés: ¿cómo funcionan? Cortisol
La acción de la adrenalina y la noradrenalina durante el estrés aumenta el cortisol, que también eleva los niveles de glucosa en sangre.
Además, el cortisol también tiene otras funciones: afecta el metabolismo de las proteínas (intensifica el catabolismo, es decir, la descomposición de las proteínas), los carbohidratos (aumenta la gluconeogénesis y la glucogénesis), la grasa (aumenta la lipólisis, es decir, la descomposición de los triglicéridos) y el agua y los electrolitos (retiene la sal en el cuerpo y aumenta la excreción de potasio).
También muestra propiedades antiinflamatorias (calma la inflamación y las alergias) e inmunosupresoras (debilita el sistema inmunológico).
También aumenta la presión arterial, aumenta la secreción de jugo gástrico y provoca la liberación de calcio de los huesos.
Las hormonas del estrés pueden ser dañinas
Las hormonas secretadas por el cuerpo durante el estrés tienen un efecto positivo, pero solo cuando el estrés es de corta duración y, por lo tanto, cuando las hormonas actúan solo durante un cierto período de tiempo y en pequeñas cantidades.
Si el estrés continúa y, por lo tanto, el cuerpo está bajo la influencia de hormonas liberadas bajo la influencia del estrés durante mucho tiempo, se pueden desarrollar muchas enfermedades.
Las más peligrosas de ellas son las enfermedades cardiovasculares, incl. hipertensión arterial y arritmia, principalmente causadas por adrenalina. Una pequeña dosis de esta hormona aumenta la frecuencia cardíaca, lo que puede provocar alteraciones de la frecuencia cardíaca.
Una dosis demasiado alta de adrenalina puede provocar taquicardia, en la que el corazón late más de 120 veces por minuto.
Además, la epinefrina puede reducir el flujo sanguíneo renal, liberar los ácidos grasos de los tejidos más rápidamente, aumentar los niveles de glucosa en sangre, provocar hipopotasemia o un aumento de los niveles de potasio en sangre.
Lea también: Estradiol: ¿cómo afecta esta importante hormona femenina al cuerpo de una mujer? Libere el ESTRÉS y manténgalo bajo control ¿De dónde vienen los dolores de hambre?Por el contrario, los niveles altos de cortisol pueden reducir procesos como la cicatrización de heridas y el funcionamiento del sistema inmunológico, ya que dirige grandes cantidades de glucosa al torrente sanguíneo para proporcionar energía para una respuesta de emergencia (por ejemplo, luchar o huir).
El cortisol también contribuye a la muerte de las células cerebrales, sobre todo las células del hipocampo, una estructura crucial para los procesos de memoria y aprendizaje.
Además, junto con el neuropéptido Y (hormona responsable de la acumulación de grasa en las células), contribuye al desarrollo de la obesidad abdominal.
La noradrenalina, una hormona que provoca un apetito incontrolado por los carbohidratos, especialmente los dulces, también contribuye al desarrollo de la obesidad en personas que viven bajo estrés constante.