El nacimiento de otro hijo es una experiencia para toda la familia. Es un evento especial para el único hijo que ha tenido padres para él solo hasta ahora. Muchos padres se preguntan cómo preparar a un niño para una situación cambiante, ¿cómo facilitar el momento de la llegada de un hermano o hermana?
Independientemente de la edad de su hijo, considere su personalidad para predecir cómo reaccionará ante la noticia de la llegada de hermanos y la necesidad de cambios relacionados con ella. ¿Es flexible o bastante difícil adaptarse a nuevas situaciones?
No dudes en hablar. Empiece mucho antes de la llegada del recién nacido a casa.
Comunicación abierta con el niño
Si decide que es el momento adecuado, dígaselo a su hijo con calma. No subestimes sus sentimientos, que están más allá de las palabras (positivos y negativos). Si reacciona positivamente, con interés, comienza a hacer preguntas, simplemente responda con sinceridad.
Cuando reacciona de manera diferente y dice, p. Ej."No quiero, el hermano de Julka sigue llorando" o el mayor dirá: "¡No le daré mi habitación!" entonces NO DIGAS:
- "No te preocupes, verás que este pequeño bebé es lindo" (tranquilizándose)
- "Ya verás, todo estará bien" (calmado)
- "No digas eso, es tu hermanito o hermana" (ordenando)
- "¿Cómo te sentirías si alguien dijera eso de ti?" (Moralizante)
- "No voy a escucharte hablar así de tu bebé" (advertencia)
- "Por favor, escúchame, te diré cómo se verá" (persuadiendo)
- "¿Por qué dices eso? No es agradable, ¿no lo sabías? "(Interrogatorio)
- "Vamos, vamos por un helado" (distracción)
- "Eres valiente e inteligente, seguramente te enfrentarás a la nueva situación" (alabanza)
Trate de mantener su comunicación abierta, no caiga en patrones como predicar, advertir, reconfortar o distraer la atención. Son una reacción común de los padres a lo que dice un niño cuando experimenta un problema o emociones fuertes. En la Capacitación para padres efectivos, creada por el Dr. T. Gordon, se las conoce como las 12 barreras de comunicación porque dificultan que el niño se abra a una conversación más profunda con los padres, lo que los empuja a una posición defensiva.
Entonces, si su reacción no es la que esperabas, intenta mantener la calma. No se enoje porque le indica a su único hijo que sus sentimientos y necesidades no son importantes. Y, sin embargo, en la situación de la que estamos hablando, las emociones son lo más importante. No se pueden subestimar. No tema si, al escuchar sobre hermanos, su hijo revela sentimientos negativos. Intenta comprenderlos, recuerda también que los sentimientos pasan con el tiempo y todo cambia, por ejemplo, la alegría se reemplaza por la tristeza y la esperanza se reemplaza por la decepción.
Sienta por lo que está pasando el niño, trate de entender su punto de vista y vea el mundo a través de sus ojos. No mire la situación desde su propia perspectiva. Gracias a esto, ganarás más empatía y comprensión.
Confíe en el niño: si lo ayuda, él lidiará con sus sentimientos. No intente cambiarlos solo porque le resultará más fácil.
Aprenda a escuchar a su bebé
Escuche lo que el niño tiene que decir sin juzgar, condenar o analizar. Trate de mantenerse neutral, muestre atención a través del silencio, el contacto visual y pequeñas exhortaciones verbales, como "Me encantaría saber de usted", "Por favor, continúe". En lugar de convencer a su hijo o distraerlo de lo que está pasando, demuestre aceptación y comprensión completas diciendo cosas como:
- "Estás nervioso porque esta es una situación nueva para ti"
- "Tienes miedo al cambio"
- "No te gustan los cambios, llevas tantos años solo, y ahora aparecerá alguien que ni siquiera conoces"
- "Crees que todos los pequeños siguen llorando"
- "Te gustaría tenernos solo para ti"
- "Te preocupa tener que compartir tus juguetes"
- "Por un lado, estás feliz de tener un hermano, y por otro lado, es difícil para ti, porque ya no será solo tu habitación".
Además de una comunicación adecuada, incluya al niño mayor en los preparativos relacionados con la llegada de un nuevo miembro de la familia, por ejemplo, elijan juntos muebles, cuna, cochecito, ropa, juguetes. Si el niño es más grande, hablen juntos sobre cómo cambiará el entorno en su casa o apartamento. Permítale que exprese su propia opinión y escuche con paciencia.
Acepta el punto de vista del niño
El Dr. Thomas Gordon, inventor del método No-Loser, dice que la aceptación es como "suelo fértil". Vea fotos de su único hijo de cuando era pequeño. Comparta la historia de su nacimiento, por ejemplo, cómo fue querido y esperado. ¿Cómo se preparó comprándole un cochecito, juguetes y ropa? Recuérdele a su hijo cómo era, cuando empezó a hablar, cuando caminaba, cuando le aparecieron los primeros dientes, etc.
Prepárate para los celos que pueden surgir cuando nazca tu recién nacido. Trate de entenderlo y aceptarlo.
Recuerde que puede utilizar el momento en que nazca el próximo bebé para enseñar a los mayores cómo afrontar los cambios de la vida. Los niños necesitan esas experiencias. Es imposible vivir tu vida sin una habilidad tan importante. El hogar familiar es un lugar donde aprendemos muchos de nuestros comportamientos.
Con una actitud positiva, escuchando los sentimientos del niño y enfocando la atención, además de enfocarse en sus necesidades, hará que él sienta su apoyo y amor, y así afrontará mejor el cambio que se avecina. Recuerde también que los niños aprenden, entre otras cosas, modelando el comportamiento. Por tanto, su actitud y la forma en que afronta el cambio afectarán la forma en que su hijo los afronte. Su entusiasmo, alegría, honestidad, paz y autocontrol pueden enseñarle a su hijo a aceptar los cambios de vida como algo positivo y natural, no una amenaza y, por lo tanto, un deseo de huir o retirarse.