La comunicación verbal es la forma básica de comunicación interpersonal. De ello dependen principalmente nuestras buenas relaciones con familiares, compañeros de trabajo y otras personas de nuestro entorno.La comunicación verbal es simplemente lenguaje hablado, que, si no se complementa con el llamado comunicación no verbal, es decir el lenguaje corporal puede convertirse en una fuente de confusión. Lea de qué se trata la comunicación verbal.
La comunicación verbal es parte de la comunicación interpersonal, que consiste en otro factor importante: la comunicación no verbal, es decir, el lenguaje corporal, el contacto visual, las expresiones faciales y los gestos.
Resulta que la comunicación verbal no constituye la mayoría de nuestros mensajes, ya que hasta el 65% de ellos son no verbales. La conclusión de esto es que la comunicación verbal, es decir, simplemente el lenguaje hablado (pero también escuchar, leer, escribir, cualquier comunicación basada en una palabra) es bastante pobre e incompleta y, a veces, es completamente insuficiente en la vida cotidiana.
Por ejemplo, una oración que transmite información aparentemente simple; "Hay que repostar el coche", dependiendo de cómo se hable y con qué lenguaje corporal se complemente, tendrá un significado completamente diferente.
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¿Qué es la comunicación verbal?
Para que la comunicación verbal tenga lugar, debe haber:
- el remitente del mensaje, es decir, el hablante;
- el destinatario, el destinatario del mensaje, es decir, el oyente: escuchar, en el contexto de la comunicación verbal, es tan importante como hablar. La capacidad de escuchar activamente (a diferencia de la escucha pasiva) significa que la información comunicada tiene la posibilidad de ser procesada;
- un lenguaje, es decir, un código utilizado por hablantes y oyentes que ambos entienden.
La comunicación verbal en una versión rudimentaria también ocurre en algunos animales, por ejemplo, los chimpancés.
En la comunicación verbal, un papel importante lo juegan:
- Contenido de la declaración: está relacionado con el vocabulario tanto del remitente como del destinatario del mensaje. Por ejemplo, usamos diferentes palabras cuando nos dirigimos a un niño pequeño y diferentes palabras para un supervisor en el trabajo. Para transmitir un mensaje, es necesario garantizar la corrección lingüística y la precisión del mensaje.
- Fluidez del habla: la percepción del mensaje se ve afectada por la fluidez del habla, por ejemplo, cualquier interludio puede debilitar el mensaje.
- Parafrasear: vestir el mensaje escuchado con diferentes palabras para asegurarnos de que lo hemos entendido bien.
- Modulación y acento: es decir, como se mencionó anteriormente, la forma en que se enfatiza el mensaje, ya que su destinatario puede ser más importante que el contenido del discurso en sí.
- Tiempo: el proceso de reducir o alargar el tiempo de las palabras habladas.
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El papel de la escucha en la comunicación verbal
No se trata de oír, es decir, de la actividad que se produce gracias a los receptores de la audición. El destinatario del mensaje puede oír muy bien y escuchar que alguien le está hablando, sin procesar la información en absoluto. Si ese es el caso, la comunicación simplemente no se lleva a cabo. Entonces escuchar, tan cierto, es decodificar lo que escuchas. Distinguimos entre escucha pasiva y escucha activa.
Escucha pasiva: se puede decir que es simplemente escuchar. Nos ocupamos de la escucha pasiva cuando la motivación del oyente está en un nivel muy bajo, literalmente hablando: al oyente no le importa la información (o incluso al hablante), o sus pensamientos están ocupados con otra cosa y no puede enfocar su atención lo suficiente en el mensaje.
Escucha activa: en este caso, la mente del oyente está enfocada y utilizada en mayor medida. El oyente no solo procesa la información escuchada, sino que también puede familiarizarse con los puntos de vista, la actitud o los sentimientos del hablante al mismo tiempo. Sigue su línea de pensamiento. Y en este punto, recibe y también usa la comunicación no verbal.
Entiende las expresiones faciales y los gestos del hablante y se parafrasea a sí mismo para enfatizar su cooperación / comprensión con el hablante. Todo esto conduce no solo a la transmisión y recepción adecuada de un mensaje verbal, sino también a la comunicación a nivel de emociones y sentimientos. Hablar de sentimientos no es fácil.
A menudo, cuando se le pregunta "¿Qué está sintiendo?" no podemos responder. Es difícil expresar sus propios puntos de vista y opiniones, así como su estado de ánimo. Por tanto, la comunicación verbal debe complementarse con la comunicación no verbal para garantizar una comunicación completa entre las personas.
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A veces sucede que se altera la transmisión de información. Barreras que aparecen en la transmisión del mensaje, es decir ruido de comunicación, puede ser físico o psicológico, por ejemplo:
- Diferencias culturales: consisten en el hecho de que cada persona se cría en un entorno diferente, una situación política diferente, en una cultura diferente y, además, se carga con su propio bagaje de experiencias. Por lo tanto, el mismo mensaje puede ser percibido de manera completamente diferente por diferentes personas. Por ejemplo, en Bulgaria "asentir" significa negativo, etc.
- Dificultades de percepción: el mensaje puede verse perturbado por el hecho de que el interlocutor habla demasiado rápido, con dificultad, usa abreviaturas mentales que son incomprensibles para nosotros.
- Estereotipos: por ejemplo, escuchamos con más voluntad y atención a alguien que es, en cierto sentido, una autoridad para nosotros que a alguien que no nos importa demasiado. Nos parece que el primero puede aportar información relevante, mientras que el segundo "no sabe".
- Bienestar: nuestra propia forma, tanto física como mental, puede influir en el nivel de concentración, motivación, amabilidad, etc.
- Selectividad de la atención: solo captamos los detalles que nos interesan del mensaje dado. Centrarse en ciertos hilos puede distorsionar seriamente la información transmitida.
- Incapacidad para descentrarse, en otras palabras, falta de empatía. Alguien que concentra toda su conciencia en sí mismo es incapaz de adoptar un punto de vista distinto al suyo. Es posible comprender plenamente al interlocutor adoptando su perspectiva.