Somos padres de una niña de 14 meses que se masturba desde los 4 años. Es una pesadilla, lo hace en una trona, en una silla de auto, en un cochecito, pero también cuando le cambia el pañal, se queda dormido, con rabia y emociones positivas. La distracción no tiene ningún efecto, interrumpir la actividad provoca rebelión y gritos. Estamos bajo el cuidado de un terapeuta de integración sensorial, psicólogo y rehabilitador. El problema se agrava y los especialistas se lo toman un poco a la ligera. Cualquiera que se haya encontrado con un problema de este tipo sabe lo difícil que es cuando no puede cambiar la ropa de su hijo, alimentarlo o salir a caminar con él. ¿Qué hacer? Desde un punto de vista médico, el bebé está sano, no hay infecciones urogenitales, parásitos, etc.
Yo mismo no me he encontrado con tal gravedad del problema. Me temo que en él actúa un cierto mecanismo contradictorio: cuanto más prestas atención a este comportamiento, más fácilmente ocurre, porque el niño recibe tu atención por ello. Piense en estos términos, analice también: ¿hay alguna tensión en el ambiente familiar? ¿Hay algo a lo que el niño tenga miedo? ¿Tiene la cantidad adecuada de actividades y juguetes que le interesan? ¿Tiene su peluche?
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Bohdan BielskiPsicólogo, especialista con 30 años de experiencia, formador de habilidades psicosociales, psicólogo experto del Tribunal de Distrito de Varsovia.
Las principales áreas de actividad: servicios de mediación, asesoramiento familiar, atención a una persona en situación de crisis, formación gerencial.
Sobre todo, se centra en construir una buena relación basada en la comprensión y el respeto. Realizó numerosas intervenciones de crisis y se hizo cargo de personas en una crisis profunda.
Fue profesor de psicología forense en la Facultad de Psicología del SWPS en Varsovia, en la Universidad de Varsovia y en la Universidad de Zielona Góra.