Tengo casi 25 años y desde el segundo grado de la escuela secundaria no puedo alcanzar ni los 40 kg. La gastroscopia mostró que estaba bien. Y sin embargo me siento mal. A menudo tengo dolor de cabeza, son dolores severos, a menudo me siento débil, pesado, con el estómago hinchado o dolor punzante, o me siento mal después de comer. Solía comer sopa, un segundo plato, a veces un postre, y ahora a veces, cuando como el segundo plato completo, es un éxito. Peso 34 kg con una altura de 155 cm. Intento comer tanto como puedo, pero a veces no tengo nada de hambre o incluso cuando tengo hambre, no como porque, por ejemplo, tengo un descanso del trabajo en 4 horas. Trabajo, pero después del trabajo a menudo no tengo fuerzas para otras tareas domésticas. Desafortunadamente, no como con regularidad. Quiero creer que me pueden ayudar. Tengo muchas ganas de ser madre, pero con mi peso no es posible. Ayúdame, porque a veces siento que me estoy debilitando, que no voy a poder seguir luchando contra el bajo peso, y no quiero rendirme. Sé que la situación es crítica, pero no sé qué más hacer.
Su condición requiere un diagnóstico exhaustivo. Es necesario probar los niveles de hormonas: tiroides, glándulas suprarrenales, pituitaria y páncreas. Pueden contribuir a un peso corporal bajo. Otra cosa es analizar sus heces en busca de parásitos y finalmente hacer una colonoscopia. Si todos los resultados son correctos, su médico puede recetarle un esteroide suave que mejorará significativamente su apetito y le hará subir de peso suavemente. Además, se deben realizar análisis de sangre para verificar si y cuáles son las deficiencias. Deben esperarse y ajustarse farmacológicamente, especialmente si está intentando concebir.
Hay un proverbio: "el apetito aumenta con la comida". Trate de comer con frecuencia pero poco. Para que el cuerpo no "se duerma" y produzca enzimas digestivas, y sienta un hambre leve. Come alimentos livianos y no intentes comer mucho a la vez, porque el proceso digestivo en sí te hará sentir cansado y no comerás nada durante varias horas. En la mañana para el desayuno, coma cereal con leche (si puede, si no, reemplácelo con leche de origen vegetal). En tu caso, conviene mezclarlos con frutos secos, nueces frescas o mantequilla de maní. Lleve consigo al trabajo: fruta, ensalada de macronomas, carne y verduras, además de jugo de verduras para beber. Para el té de la tarde, coma un trozo de chocolate, un puñado de nueces, fruta. Y come una cena ligera. En tu caso, pueden ser albóndigas como las perezosas, albóndigas con fruta o albóndigas dulces. Desafortunadamente, la dieta no sustituye la visita al médico y el diagnóstico.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Iza CzajkaAutor del libro "Dieta en una gran ciudad", amante de las carreras y los maratones.