Para la mayoría de los hombres, el desempeño sexual es una condición de bienestar y alta autoestima. La sola idea de que su masculinidad pueda estar en riesgo conduce a la depresión. Por tanto, cuando resulta que un hombre tiene cáncer de próstata y es necesaria una cirugía, aparece el miedo a los problemas de erección. ¿Es correcto?
Se cree comúnmente que la cirugía de próstata significa el final de la vida íntima de un hombre. Es por eso que los hombres con cáncer de próstata sienten como si el suelo se les estuviera deslizando bajo los pies. Muchos creen que extirpar la próstata los privará de masculinidad. Esto no es cierto, el hombre no pierde la capacidad de erigir y tener relaciones sexuales en absoluto. La única diferencia es que no eyacula (porque es la glándula prostática la que produce la mayor parte del líquido seminal).
Post cirugía de próstata: supere el problema
En el postoperatorio temprano, el sexo no es lo más importante. Sin embargo, a medida que avanza la recuperación, la calidad de vida entra en juego y la vida sexual es una parte integral de ella.
Un procedimiento realizado correctamente asegura que se mantenga la orina, y los métodos modernos de terapia ayudan a mantener la función sexual. La disfunción eréctil que se produce después del tratamiento del cáncer de próstata puede eliminarse mediante métodos utilizados en el tratamiento de la impotencia causada por otras razones. Se utilizan los siguientes:
- farmacología oral con fármacos tipo viagra;
- inyecciones en los cuerpos cavernosos;
- el método MUSE, que consiste en aplicar un pequeño supositorio directamente en la uretra;
- pene protésico (cuando fallan otros métodos).
También vale la pena tomar preparaciones de vitaminas y minerales. Un estilo de vida saludable, la ternura de los familiares, una dieta variada, la atención al buen estado físico y una visión optimista del mundo ayudan en la lucha contra la enfermedad y sus consecuencias.
Después de la cirugía de próstata: la proximidad importa
La disfunción eréctil relacionada con el cáncer es un problema para dos personas. No hay mejor medicina que un compañero comprensivo. Una prueba de la calidad de una relación es si las parejas se preocupan más por el sexo o el amor. Un hombre y una mujer saben cómo tener relaciones sexuales, pero rara vez entablan una buena conversación abierta. La falta de comunicación, a su vez, lleva al hecho de que los socios comienzan a evitarse entre sí, por lo que es tan importante construir una relación armoniosa entre ellos.
En el caso de enfermedad, la cercanía mutua es de particular importancia. Así que vayamos juntos al médico y busquemos formas de lograr la satisfacción en el dormitorio. Uno no debe renunciar a los contactos íntimos, incluso cuando no se están teniendo relaciones sexuales. La calidad del sexo no se expresa en la cantidad de orgasmos, sino en un sentimiento de cercanía y aceptación mutua.