La voz juega un papel tan importante como los gestos o la forma de moverse. Es él quien nos ayuda mucho a presentarnos bien en el trabajo y expresar claramente las emociones en el ámbito privado. Con un poco de esfuerzo, nuestra voz se puede entrenar para ayudarnos a alcanzar nuestras metas.
Imagina que estás en una conversación social y alguien está discutiendo un tema que te es familiar. Quieres brillar con una declaración interesante. Sin embargo, el miedo escénico hace que tu voz de repente adopte un tono poco natural, empieces a tragarte las sílabas y caigas muy por debajo de tu capacidad.
Estos accidentes se pueden prevenir con entrenamiento respiratorio. Aquí hay un ejercicio simple: levante los brazos, sosténgalos durante unos segundos y bájelos lentamente. La mandíbula permanece relajada todo el tiempo y la respiración es libre. Durante los discursos que nos causan pánico escénico, siempre debemos recordar respirar regularmente y no hablar en nuestro último aliento. Practique esto leyendo el periódico en voz alta y haciendo una pausa consciente para respirar. Con el tiempo, a medida que entremos en práctica, el nerviosismo se hará cada vez menos escuchado en nuestra voz.
Los ejercicios de relajación fortalecerán tu voz
El tono muscular óptimo, es decir, el tono, es extremadamente importante al hablar. Si es demasiado fuerte, como suele ser el caso en momentos de nerviosismo, la voz se vuelve más alta y ahogada. Entonces nuestro discurso no tendrá el efecto deseado.
Así que observemos situaciones cotidianas en las que nuestras palabras tuvieron el efecto planeado: significa que el tono muscular fue óptimo. Tratemos de recordarlos. Y si hay un discurso importante por delante, hagamos primero un simple ejercicio de relajación: estando de pie, agitemos las piernas y los brazos por un momento como para sacudir las gotas de agua.
Todos recordamos las exhortaciones de nuestra infancia: "¡No te encorves!" Sin embargo, cuando nos sentimos cansados, nuestra espalda se encorva y nuestros hombros caen. Esta es una actitud muy desfavorable que dificulta hablar. Luego se comprime la laringe, lo que interfiere con la vibración libre de las cuerdas vocales, y la voz se vuelve ronca, como si tuviera sueño. Mientras estamos sentados en el escritorio, hagamos el ejercicio varias veces al día: sin levantar los glúteos de la silla, nos balanceamos hacia adelante y hacia atrás como si estuviéramos sentados en un columpio. Todo el movimiento tiene lugar en las articulaciones de la cadera, la espalda permanece recta. El "swing" se balancea cada vez más lento y el cuerpo encuentra el equilibrio automáticamente. Esto hace que sea mucho más fácil para nosotros mantener la postura correcta más adelante.
Esto te será útil5 reglas antes de un discurso importante
- Cuida un atuendo cómodo que no comprima la falda.
- Hidrata tu garganta bebiendo agua sin gas con frecuencia.
- Respire de manera constante y tranquila.
- No tenga miedo de las pausas, será más persuasivo.
- Resalte las partes importantes del discurso con una voz ligeramente baja: inspira confianza.
A tu voz le gusta:
- aire a 20-22 ° C y 50-60 por ciento de humedad,
- tararear "ooo", "aaa" y otras vocales en voz baja; esto hace que las cuerdas vocales sean más flexibles y eficientes,
- humidificadores de aire con radiadores encendidos en invierno,
- sonrisa: gracias a ella, cada voz sonará mejor y la declaración se volverá más creíble.
Serás más persuasivo modulando tu voz y usando el lenguaje de los gestos.
La palabra hablada llega mejor al oyente cuando hay una intención específica detrás de ella. Así que consideremos: ¿Qué objetivo quiero lograr? ¿Qué emociones debo transmitir? Si nos damos cuenta de esto, nuestra voz también sonará. ¿Tú no crees? Haz una oración corta mientras haces una mueca severa. Escuche cómo suena su voz. Luego di lo mismo con una amplia sonrisa. Sonaba diferente, ¿verdad? No es de extrañar, su voz envió señales diferentes cada vez.
Algunas personas hablan tan vagamente que es difícil entenderlas en absoluto. Su expresión se vuelve menos convincente a medida que los oyentes se concentran principalmente en captar el significado de palabras individuales. Mientras tanto, hay ejercicios para mejorar la flexibilidad de la lengua, la mandíbula y los labios y, por tanto, la articulación. Vale la pena tomar el ejemplo de un locutor de radio: antes de enviar sus palabras al aire, hace muecas extrañas: mueve los labios en todas direcciones y emite sonidos extraños. El movimiento que imita los ochos horizontales con la mandíbula inferior ayuda a mover la articulación mandibular. Un buen ejercicio para la lengua es lamerse los labios con un movimiento circular, a veces hacia la derecha y luego hacia la izquierda.
La articulación no lo es todo. Al hablar, usemos también la gesticulación: además de hacer que la voz sea más convincente, captaremos el sentido de la vista del receptor.
Ejercicios para sacar una voz profunda
Un sonido es una señal sonora a la que nuestro cerebro puede asignar un tono específico. Los sonidos demasiado altos o bajos son desagradables, especialmente los sonidos chirriantes, que irritan los oídos de los oyentes. Lo mejor percibido por el entorno es el sonido relativamente bajo, profundo y cálido de la voz. Para entrenarlos conviene repetir los siguientes sonidos al menos una vez al día: "miam, miem, mium, miaum". Incluso después de decir un "mmm" largo y dibujado, no es difícil encontrar su tono natural.
ImportanteTu voz odia:
- humo de cigarrillo: daña las membranas mucosas,
- exceso de cafeína (café, bebidas de cola): seca la garganta,
- Aclararse la garganta con demasiada frecuencia: tensiona las cuerdas vocales,
- tensión muscular excesiva en la mandíbula y el cuello.