Las conservas vuelven a ser sabrosas, saludables y de moda. Compruebe cómo puede almacenar adecuadamente las verduras y frutas para disfrutarlas también en invierno. Puedes preparar mermeladas, conservas, tinturas, encurtidos, purés ...
En el pasado, cada hogar que se precia tenía una despensa cuyos estantes estaban llenos de frascos con encurtidos, cacharros de piedra llenos de mermelada de ciruela, mermeladas y conservas. Se dice que las primeras conservas se empezaron a freír cuando se descubrió el fuego. Era una mezcla de frutas y miel. Hoy en día rara vez tenemos tiempo y nos apetece un tratamiento intensivo en mano de obra. Muchos de nosotros preferimos ir a la tienda donde hay una gran selección de todas las golosinas. No es de extrañar: un frasco de mermelada de la tienda es incomparablemente más barato que hacer tus propias delicias. Pero si valoras el aroma y la calidad únicos de las conservas caseras, y además tienes un huerto de frutas y verduras, reserva algunas tardes para hacer suministros. Realmente vale la pena.
Conservas: por qué podemos conservar
Las preparaciones para el almacenamiento deben conservarse adecuadamente. Las frutas, verduras, hierbas se ven afectadas por la temperatura, la luz y el oxígeno. También son un buen caldo de cultivo para los microorganismos que, al desarrollarse en ellos, consumen y modifican sus nutrientes, la mayoría de las veces de forma negativa. Por eso es tan importante preparar las conservas con cuidado. Existen muchos métodos.
Cómo prepararse para hacer conservas
Para que sus esfuerzos no se desperdicien, haga una lista de las herramientas, utensilios y recipientes que necesitará. Será necesario:
- cuencos de acero o plástico para lavar y arreglar frutas y verduras,
- una olla de esmalte plana y ancha con una capacidad de tres o cuatro litros para cocinar mermeladas,
- una cacerola con fondo grueso o una sartén grande con un diámetro de aprox.40 cm - para freír conservas y mermeladas,
- colador de plástico con mallas finas - para frotar frutas,
- palo de madera y puré - para moler fruta,
- frascos giratorios: los frascos más pequeños son mejores para mermeladas, los de litro y los más grandes para pepinos,
- congelación de bolsas de plástico,
- Botellas para tinturas, preferiblemente de vidrio oscuro, para que la luz no cambie su contenido.
- cuchillos para pelar y cortar,
- dispositivo de picadura de frutas.
Preparaciones: la higiene más importante
Lave los frascos en agua caliente con detergente. Los enjuagamos y los limpiamos. Destinados a conservas no pasteurizadas, deben ser hervidas o tostadas. Comprobamos que las tapas no estén oxidadas y el lado de goma no se desmorone. La más mínima fuga permitirá que entre aire y las bacterias se multipliquen. Recuerde, las tapas solo se pueden pasteurizar 3-4 veces.
- Para las conservas, elija frutas y verduras saludables, maduras, frescas y de buen color, solo que estas son las más ricas en nutrientes;
- use siempre cuchillos de acero inoxidable para moler y cortar: el hierro destruye las vitaminas;
- el calor conserva solo lo necesario para obtener durabilidad.
Métodos de elaboración de conservas
- Pasteurización: someter el producto a altas temperaturas. Mojado: cocinamos los frascos con el contenido. Seco: vierta la masa hirviendo debajo de la parte superior del frasco, enrosque inmediatamente y colóquela boca abajo. Cubrimos con una manta hasta que enfríe.
- Ensilado: fermentación natural: las bacterias producen un ácido láctico conservante.
- Marinar: enlatar con vinagre.
- Tinturas: extractos alcohólicos de frutas, raíces, flores y hierbas, 50-60 por ciento de graduación alcohólica.
- Secado: evaporando agua al sol o en un horno doméstico.
- Congelación: sometiendo el producto a baja temperatura en el congelador.
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