La Semana Amarilla se lleva a cabo desde el 5 de octubre y tiene como objetivo concienciar a la sociedad sobre los riesgos para la salud relacionados con las enfermedades hepáticas virales y concienciar sobre su prevención. Durante la 31ª edición de la Semana Amarilla (del 5 al 16 de octubre de 2015), podrá aprender más sobre la hepatitis A y B y cómo proteger su hígado.
El 4 de octubre es el Día Mundial de la Oncología1. Por tanto, conviene recordar que el virus de la hepatitis B es el segundo carcinógeno después del tabaco, que incluso puede provocar
80 por ciento casos de carcinoma hepatocelular2 .. El objetivo de la Semana Amarilla es concienciar a la sociedad sobre los riesgos para la salud asociados a las enfermedades hepáticas virales y educar sobre su prevención. Durante la 31ª edición de la Semana Amarilla (del 5 al 16 de octubre de 2015), podrá aprender más sobre la hepatitis A y B y cómo proteger su hígado.
1. ¿Qué es la hepatitis B?
La enfermedad hepática viral más común es la hepatitis B, es decir. "Ictericia implantable". Es causada por el virus de la hepatitis B (VHB), que es hasta 100 veces más contagioso que el VIH4. Nos ocupamos del virus de la hepatitis B con más frecuencia de lo que pensamos, porque 1 de cada 100 polacos sanos es su portador5, y el número de infecciones por este tipo de virus en Polonia es uno de los más altos de Europa6. En 2015, hubo un aumento significativo de las infecciones por hepatitis B. Según datos de PZH, en el período de enero a agosto de 2015. Se notificaron 900 nuevos casos más de infecciones por hepatitis B que en el período correspondiente del año anterior.
2. ¿Dónde y cómo se puede contagiar la hepatitis B?
A menudo no nos damos cuenta de lo fácil que es infectarse con el virus de la hepatitis B, que se transmite entre personas por una ruta asociada con la interrupción de la continuidad del tejido, llamada ruta sanguínea5. La forma más común de infección por el virus es el contacto con sangre contaminada, por ejemplo, durante procedimientos médicos, a través del contacto con una herida cortada, durante la extracción de sangre para análisis, durante la transfusión de sangre y durante los procedimientos dentales3. Una madre infectada también puede transmitir el virus al recién nacido durante el parto. La infección por virus también puede ocurrir durante procedimientos cosméticos, por ejemplo, perforación de las orejas, tatuajes, pedicura y durante una visita al peluquero5. El uso de una maquinilla de afeitar prestada o un cepillo de dientes también puede ser un factor de riesgo si se han contaminado con sangre.
3. ¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad y las consecuencias de desarrollar hepatitis B?
Los síntomas típicos asociados con el desarrollo de la hepatitis B pueden persistir durante varias semanas e incluyen coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos, y la orina se vuelve de color cerveza8. Los síntomas inespecíficos incluyen sensación de debilidad general y aumento de la fatiga, aparición de náuseas, vómitos y dolor abdominal8. La infección por el virus de la hepatitis B puede provocar hepatitis aguda, cirrosis e insuficiencia hepática3. En todo el mundo Más de 780.000 personas mueren cada año como resultado de enfermedades causadas por la infección por el virus de la hepatitis B.
4. ¿Qué tiene que ver la hepatitis B con el cáncer de hígado?
Durante varios años, la OMS ha enfatizado que el VHB es el segundo carcinógeno después del tabaco, que puede representar hasta el 80 por ciento. casos de carcinoma hepatocelular2,8. Alrededor del 20-30 por ciento. los adultos con infección crónica por el virus de la hepatitis B desarrollan carcinoma hepatocelular8. Desafortunadamente, el cáncer se desarrolla muy rápidamente y, debido al acceso limitado al diagnóstico y tratamiento de la hepatitis B, muchas personas se enteran de la enfermedad demasiado tarde y la terapia se vuelve ineficaz8. La vacunación contra la hepatitis B es la primera vacunación en profilaxis oncológica, lo que permite reducir el riesgo de desarrollar cáncer hepatocelular, y su efectividad es del 95%.
5. ¿Cómo puedo protegerme de la hepatitis B?
El método recomendado con más frecuencia para prevenir la infección por los virus de la hepatitis B y A es la vacunación protectora con un perfil de seguridad y eficacia muy bueno8. Como ocurre con todas las vacunas, la vacuna contra la hepatitis B puede causar efectos secundarios temporales (los más comunes son dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, fatiga, irritabilidad y dolor de cabeza), aunque es posible que no se presenten en todas las personas4,6. La vacunación contra la hepatitis B es la primera vacunación en profilaxis oncológica que reduce el riesgo de carcinoma hepatocelular8. Desde 1982, se han administrado más de mil millones de dosis de vacunas contra la hepatitis B9 en todo el mundo. En Polonia, la incidencia de hepatitis B ha disminuido significativamente después de la introducción de la vacunación obligatoria de los bebés contra este tipo de virus en 1994 (en 1994, alrededor de 28 personas por cada 100.000 polacos enfermaron de hepatitis B, mientras que en 2013, la enfermedad fue afectó sólo a 4 personas de cada 100.000 personas) 10.7. Por lo tanto, todas las personas nacidas antes de 1994 pueden considerar esta opción de protección contra la hepatitis B10. Más del 60 por ciento las personas infectadas con el virus de la hepatitis B se infectan con él en las instalaciones médicas, por lo que vale la pena aprovechar dicha vacuna cuando se planea someterse a procedimientos médicos6. Durante la Semana Amarilla, vale la pena aprovechar la vacunación contra la hepatitis B y considerar la vacunación contra la hepatitis A, comúnmente conocida como "ictericia alimentaria".
Más información está disponible en www.zoltydzien.pl.