La epiglotitis es una enfermedad rara, pero se desarrolla rápidamente y, por lo tanto, es muy peligrosa; requiere una intervención rápida y eficaz en un hospital. Sin tratamiento: representa una amenaza directa para la vida. ¿Cuáles son los síntomas de la epiglotitis? ¿Cómo va el tratamiento?
La epiglotitis puede incluso provocar la muerte, por lo que es importante conocer los síntomas que pueden indicar la aparición de la enfermedad. La epiglotis es un pequeño trozo de cartílago cubierto con una mucosa y rodeado de ligamentos y músculos. Su tarea es cerrar la entrada a la laringe mientras se traga la comida. Si este sitio está infectado con una bacteria llamada haemophilus influenzae (pero también a veces estreptococos o neumococos), aparece inflamación, seguida de hinchazón. La epiglotis inflamada puede bloquear eficazmente la entrada de la laringe y evitar la respiración. Y eso lleva a la muerte.
Epiglotitis: síntomas de la enfermedad.
Los síntomas de la epiglotitis aparecen con mayor frecuencia por la noche. Pueden ser muy similares a los signos de un resfriado o dolor de garganta. La persona enferma se siente mal, tiene temperatura elevada, tiene dolor de garganta, tiene problemas para tragar. Sin embargo, un aumento de temperatura se convierte muy rápidamente en fiebre alta, existen evidentes dificultades para respirar, que obligan a sentarse con una pronunciada inclinación hacia adelante (en esta posición la sensación de falta de aire es la menos molesta). El paciente está salivando excesivamente porque no puede tragar las secreciones, está ronco y pierde la voz con bastante rapidez. Cada movimiento provoca un dolor intenso y la hipoxia provoca somnolencia. Cuando inhala, puede escuchar un silbido distinto. Esta situación requiere atención médica inmediata.
Tratamiento de la epiglotitis
Mientras espera la llegada del médico, vale la pena llevar al paciente al aire fresco: respirarlo debe reducir la hinchazón y prevenir la obstrucción de las vías respiratorias. La epiglotitis es diagnosticada por el médico sobre la base de una laringoscopia indirecta, es decir, observando la laringe con un espejo adecuado. A veces, en estos casos, se realiza una radiografía del cuello (lateral). El primer paso en el tratamiento de la epiglotitis es abrir las vías respiratorias, si es necesario, se debe usar intubación endotraqueal o traqueotomía (incisión de la tráquea).
El tratamiento de la epiglotitis aguda, especialmente en niños, se lleva a cabo en un entorno hospitalario para minimizar el riesgo de asfixia y la diseminación generalizada de bacterias en la sangre, es decir, sepsis. Como cualquier infección bacteriana, la epiglotitis se trata con un antibiótico, además, los esteroides reducen la hinchazón y mejoran la permeabilidad de las vías respiratorias. Como resultado de dicho tratamiento, la epiglotitis pasa rápidamente y sin complicaciones.