Hace cuatro años conocí a un chico. Fue un año después de que rompió con su expareja. Sabía que el caso no estaba cerrado para él, así que no me involucré. Sin embargo, después de un año de sus esfuerzos y esfuerzos, creí que podía crear una nueva relación. Estuve muy involucrado, lo ayudé a resolver sus problemas consigo mismo. Ahora sé que fue una estupidez de mi parte, pero luego pensé que confiaba en mí y que no puedes abandonar a alguien solo porque es difícil. Hace un mes dejó de hablar, y hace una semana me enteré accidentalmente que estaba de vuelta con su exnovia. ¿Cómo lidias con la sensación de ser usado y solo un reemplazo de una ex novia? Ahora, en retrospectiva, puedo ver que nunca se refería a mí ni a mis sentimientos, sino solo para ayudarlo y hacerlo sentir mejor. Quizás estoy exagerando, pero parece que le tomó 4 años sentirse emocional y abandonado cuando ya no necesitaba ayuda.
El sentido común es un desafío difícil en una situación tan desagradable y probablemente dolorosa. Pero míralo desde el punto de vista de tu experiencia de vida en general: cuánto puedes hacer por alguien, cuánta bondad, empatía y cuidado en ti. Estos - esos - cuatro años son realmente una experiencia muy valiosa. Así que no te pongas en el papel de víctima, de persona abusada, sino en el papel de alguien que realmente tiene algo que ofrecer a otras personas. Siéntete orgulloso de ti mismo y ábrete a los chicos geniales que no lloran después de la ruptura.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Bohdan BielskiPsicólogo, especialista con 30 años de experiencia, formador de habilidades psicosociales, psicólogo experto del Tribunal de Distrito de Varsovia.
Las principales áreas de actividad: servicios de mediación, asesoramiento familiar, atención a una persona en situación de crisis, formación gerencial.
Sobre todo, se centra en construir una buena relación basada en la comprensión y el respeto. Realizó numerosas intervenciones de crisis y se hizo cargo de personas en una crisis profunda.
Fue profesor de psicología forense en la Facultad de Psicología del SWPS en Varsovia, en la Universidad de Varsovia y en la Universidad de Zielona Góra.