Desde hace un tiempo mi hijo de 2 años está muy enojado, no quiere vestirse, no escucha, lo fuerza todo gritando. También hubo problemas para dormir por la noche que no habían estado allí antes. Ahora mi hijo solo duerme unas horas. Alrededor de la 1-3 am se despierta gritando, tira la cuna, pisa fuerte, a veces dice algo indistintamente, a veces llama "mamá". Es difícil calmarlo. No sé qué hacer. Soy una persona nerviosa y explosiva. es un hijo, no trabaja y creo que puede ser mi culpa, porque a menudo le grito (ya que se volvió tan rebelde). ¿Debería investigar un poco por él o por mí?
Definitivamente vale la pena hacerse la prueba. El nerviosismo puede resultar de la situación de la vida y luego vale la pena ayudarse con sedantes y ponerse en contacto con un psicólogo, pero también puede tener otras causas (por ejemplo, trastornos hormonales como el hipertiroidismo) que deben tratarse. El niño está tranquilo cuando la madre está tranquila. Toma sus estados emocionales y reacciona a sus tensiones con ansiedad y llanto. Trate de no gritar ni mostrar nerviosismo. Tome la prisa e introduzca un ambiente tranquilo, amigable y alegre. Recuerde que su hijo aún es muy pequeño, atravesando varias etapas de desarrollo, entre las cuales tiene derecho a estar vivo y rebelde, a rechazar una vez una orden y en un momento a escuchar cortésmente a su madre. Cuando miramos a los niños con comprensión y calma, bromeamos, recompensamos comportamientos de acuerdo con nuestras expectativas, abrazamos y elogiamos, sabemos que cada nuevo período de experimentos frustrantes del niño algún día tendrá éxito. Porque el niño llega a conocer el mundo a través de experimentos. Por cierto, pone a prueba nuestra paciencia y siempre quiere ser el centro de atención. Mi hijo sabe que cuando estás ocupado con otra cosa y él derrama el jugo, por ejemplo, tu atención se concentrará de inmediato en él. Entonces deja caer la taza deliberadamente. No sé si se trata de derramar, pero definitivamente estás lidiando con este tipo de comportamiento. Esta es una señal de que le está dedicando muy poco tiempo a su hijo. Las noches serán tranquilas cuando haya un ritual vespertino constante antes de acostar al hijo. Cuando el niño, después de lavarse y cenar, se silencia con un cuento de hadas, música, lo abraza en un peluche y se duerme sabiendo que estás cerca, es seguro y la noche es muy agradable. Para que ese sea el caso, se necesita un poco de esfuerzo de su parte. Lea, por ejemplo en Internet, sobre cómo conciliar el sueño. Para ayudar al niño a calmar sus nervios, sírvale un té de bálsamo de limón ligeramente calmante antes de la noche (hay diferentes sabores). Si sigues todos los consejos y aún no notas ninguna mejoría en un mes, haz que examinen a tu bebé y consulta a un pediatra.
Recuerde que la respuesta de nuestro experto es informativa y no sustituirá una visita al médico.
Barbara Śreniowska-SzafranUn profesor con muchos años de experiencia.