Las preparaciones médicas radiomarcadas del arsenal de la medicina nuclear tienen propiedades únicas: permiten un examen completo no solo de la imagen, sino también de las funciones de los tejidos y órganos individuales. Al mismo tiempo, son seguros y eficaces, también en el tratamiento de las enfermedades más comunes, que se tratan con cada vez más precisión gracias a ellos.
Los radiofármacos son preparados médicos que contienen isótopos radiactivos que se utilizan en el diagnóstico y la terapia con radioisótopos de las enfermedades más comunes. Los radiofármacos se utilizan, entre otros, en el estudio de enfermedades de la glándula tiroides, hígado y vías biliares, riñones, corazón, pulmones y cerebro.
Estas preparaciones, gracias a sus propiedades únicas, permiten visualizar no solo el aspecto de un órgano determinado, sino también rastrear su funcionamiento.
- Esto distingue la investigación con el uso de radiofármacos de procedimientos como la tomografía computarizada, la resonancia magnética o la ecografía - dice el Dr. Ing. Renata Mikołajczak del Centro Nacional de Investigaciones Nucleares, el Centro de Radioisótopos POLATOM.
- Los radiofármacos son el arma secreta de la medicina nuclear: permiten diagnósticos y terapias efectivos, completos, seguros y cada vez más precisos de enfermedades endocrinas, cardiológicas y oncológicas, agrega el Dr. Ing. Renata Mikołajczak.
Radiofármacos: ¿cómo se fabrican?
Actualmente, en la práctica médica se utilizan más de 100 radiofármacos en el mundo, que utilizan las propiedades de los isótopos radiactivos derivados de un reactor o ciclotrón.
- Se necesitan cantidades considerables de sustancias radiactivas para obtener radiofármacos. Para fabricarlos en forma de medicamento, se tratan químicamente. Los radiofármacos, como todos los demás medicamentos, deben ser seguros para el paciente y su producción debe cumplir con los más altos estándares de calidad. Esto se ve confirmado por los resultados del control de calidad actual: verificamos de forma continua si el radiofármaco producido cumple los estándares cuantitativos y cualitativos adecuados. Hay que actuar con rapidez, porque la radiactividad de los isótopos radiactivos disminuye de acuerdo con las leyes de la física, y los pacientes esperan medicamentos, explica el Dr. Ing. Renata Mikołajczak.
- Es importante destacar que la demanda de radiofármacos crece constantemente, se producen cada vez más preparados y, por lo tanto, los procesos de producción requieren el uso de herramientas cada vez más complejas. Debido a la naturaleza de los radiofármacos, se producen de forma continua y se entregan directamente a los centros de atención médica individuales. La logística y la organización relacionadas con la producción de radiofármacos son, por lo tanto, un proceso mucho más complicado que la producción, el almacenamiento y el transporte de medicamentos, por ejemplo en forma de tabletas, agrega el Dr. Ing. Renata Mikołajczak.
Radiofármacos: ¿cómo funcionan?
El estudio con el uso de radiofármacos en el diagnóstico comienza con la introducción de una sustancia radiactiva en órganos y tejidos.
Los radiofármacos generalmente se administran por vía intravenosa, a veces por vía oral. Se debe esperar algún tiempo, dependiendo de la parte biológicamente activa del radiofármaco, a que se involucre en el proceso metabólico estudiado.
Este tiempo depende de los radiofármacos administrados, normalmente de varias a varias docenas de minutos. Luego se observa la radiación acumulada en los tejidos del isótopo, que es detectada y rastreada por detectores externos: cámaras gamma.
Para fines de diagnóstico, se utilizan los isótopos de tecnecio (99mTc), yodo (131I, 123I), flúor (18F) y galio (68Ga). Una vez introducidos en el cuerpo del paciente, los radioisótopos disminuyen con el tiempo como resultado de la degradación física, el metabolismo y la excreción del cuerpo.
En la práctica clínica, se utilizan radioisótopos con una vida media física corta, generalmente decenas de minutos, horas o días.
Diagnóstico seguro y terapia eficaz.
En el diagnóstico, se utilizan radiofármacos que contienen la cantidad mínima de radioisótopo necesaria para la visualización del tejido examinado. La terapia con el uso de radiofármacos es igualmente segura y eficaz.
Se utiliza con mayor frecuencia en el tratamiento de neoplasias neuroendocrinas, cáncer de próstata y otras enfermedades oncológicas.
- El yodo radiactivo (131I), que se acumula en la glándula tiroides, se utiliza en el tratamiento del cáncer de tiroides, y los compuestos que contienen fósforo (32P) se han utilizado en el tratamiento de la leucemia mieloide, linfosarcoma, enfermedad de Hodgkin y policitemia. El radioisótopo de oro (198Au) se ha utilizado en el tratamiento de leucemias crónicas, cáncer peritoneal y pleural, dice el Dr. n. med. Bogdan Małkowski, presidente de la Sociedad Polaca de Medicina Nuclear.
- La terapia con el uso de radiofármacos es precisa, segura y lo más cómoda posible para el paciente, ya que no implica una larga estancia en el hospital. No existen muchas contraindicaciones para el uso de esta terapia, aunque el médico siempre selecciona individualmente al paciente para un determinado tratamiento. Después de administrar el radiofármaco, el paciente se va a casa; no hay necesidad de hospitalización, porque la radiación de la dosis tomada no representa una amenaza para el paciente, ni representa una amenaza para las personas del entorno inmediato del paciente, siempre que se sigan las recomendaciones médicas, dice el Dr. n. med. Bogdan Małkowski.
- Puede llevar un estilo de vida normal - trabajar profesionalmente, hacer las tareas del hogar, salir a caminar, hacer las compras necesarias, etc. Esta es una ventaja indudable de la terapia con el uso de radiofármacos - el paciente no tiene que lidiar con restricciones adicionales - agrega el Dr. n. med. Bogdan Małkowski.
Directo a la meta
La selección precisa de la dosis de radiofármaco para las necesidades de un paciente en particular tiene una importancia médica cada vez mayor, tanto en términos de examen como de terapia con el uso de preparaciones radiomarcadas. - Hoy en día se está convirtiendo en una práctica clínica dar al paciente exactamente la dosis de radiofármaco que necesita, ni menor ni mayor, no promediada, estandarizada, como lo era hasta hace poco - dice el Prof. dr hab. n. med. Leszek Krolicki.
- Del mismo modo, en terapia, hoy tenemos la oportunidad de comprobar si el fármaco isotópico utilizado funcionará en un paciente determinado como se esperaba o no. Podemos seleccionar con precisión la dosis de la preparación que ayudará a lograr los beneficios clínicos esperados y no expondrá al paciente a procedimientos ineficaces. No es más que medicina de precisión personalizada, en la que los radiofármacos jugarán un papel cada vez más importante, agrega el Prof. dr hab. n. med. Leszek Krolicki.