El trastorno por estrés del cuidador se presenta en personas que cuidan a un anciano o una persona con una enfermedad crónica durante mucho tiempo. Los cuidadores a menudo dan su vida para cuidar al aprendiz, y tal dedicación ilimitada y la abrumadora carga de responsabilidades pueden llevar a la frustración e incluso a la depresión con el tiempo. ¿Qué es el trastorno por estrés del cuidador? ¿Cómo reconocer los síntomas? ¿Existe una terapia eficaz?
El síndrome de estrés del cuidador (CSS) es un estado de agotamiento físico, mental y emocional que ocurre en algunos cuidadores a largo plazo que no pueden funcionar de forma independiente, por lo general, una persona mayor o con una enfermedad crónica.
Trastorno por estrés del cuidador: causas
Cuidar de una persona enferma dependiente, por ejemplo, una persona mayor, es un trabajo duro. Una persona así generalmente requiere atención las 24 horas del día, durante la cual necesita ayuda con las actividades básicas: comer, caminar, lavarse e incluso con necesidades fisiológicas. Desafortunadamente, esta enorme carga de deberes generalmente recae en una sola persona, la mayoría de las veces el cónyuge o el hijo de una persona enferma. El tutor renuncia a la vida familiar, social y profesional para quedarse en casa con la persona a su cargo, en casa, que con el tiempo se convierte en una especie de prisión.
Además, el entorno (médicos, familiares, amigos), que pocas veces apoya al cuidador en esta difícil tarea, le ejerce una enorme presión, ya que espera un compromiso pleno con el cuidado y el perfecto cumplimiento de sus deberes, lo cual es muy difícil. Desafortunadamente, la falta de dedicación total puede percibirse como egoísmo, una manifestación de falta de amor. En consecuencia, el cuidador trata de dedicarse por completo a su trabajo, que suele ser una tarea más allá de sus fuerzas.
La situación a menudo se ve agravada por la falta de comunicación con el paciente, lo que le dificulta el desempeño de sus funciones, así como por la falta de gratitud de su parte: los cuidadores a menudo se sienten subestimados e inadvertidos por la persona a la que se dedican. Los cargos a veces pueden tener una actitud negativa hacia su tutor. Esto es especialmente cierto en el caso de la demencia, el Alzheimer o el accidente cerebrovascular.
Otro factor importante que dificulta el trabajo del cuidador es la falta de apoyo económico. El cuidador dimite del trabajo, por lo que su presupuesto es significativamente limitado y las pensiones cobradas y las pensiones de invalidez a menudo no pueden proporcionarles condiciones de vida dignas. Mientras tanto, la persona bajo su cuidado puede necesitar, entre otros medicamentos, calzoncillos, colchón antiescaras, equipo de rehabilitación (que podría aliviar parcialmente al cuidador), etc., que es bastante caro.
Síndrome de estrés del cuidador: síntomas
Al principio, hay ansiedad relacionada con la nueva situación, sentimiento de soledad, quedarse solo con los problemas (muchas veces a pesar de las garantías previas de recibir ayuda), impotencia y desesperanza (que es causada, entre otras, por la falta de información sobre la enfermedad y cómo tratar al paciente). . El cuidador puede incluso sentirse culpable por estar dando muy poco, porque sus esfuerzos no son suficientes. Con el tiempo, se vuelve letárgico y cada vez más introvertido.
Según la investigación, del 11 al 52 por ciento. las personas que cuidan a familiares enfermos sufren depresión.
La siguiente etapa es la aparición de nerviosismo, irritabilidad, irritación, enfado e incluso rabia. Finalmente, la tensión nerviosa prolongada conduce al desarrollo de frustración. Si el cuidador no recibe ayuda a tiempo, se puede desarrollar depresión, lo que puede poner en peligro no solo la salud y la vida de él mismo, sino también de la persona bajo su cuidado.
Además, el estrés crónico conduce a la aparición de síntomas de agotamiento físico, como fatiga, dolor, con mayor frecuencia dolor de cabeza, cuello y espalda. Los problemas de sueño y concentración también son consecuencias del estrés crónico. A veces sucede que el cuidador asume sin saberlo los síntomas de la enfermedad del paciente (por ejemplo, pérdida de memoria). Incluso puede desarrollar una adicción, por ejemplo, al alcohol.
Importante
El trastorno por estrés del cuidador puede provocar diabetes, úlceras y enfermedades cardíacas.
El estrés crónico provoca un colapso de las defensas del organismo y un debilitamiento extremo del sistema inmunológico, lo que resulta en enfermedades más frecuentes de lo habitual. Además, se pueden desarrollar enfermedades graves como presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas y úlceras de estómago.
Trastorno de estrés del cuidador: ¿cómo lidiar con él?
En primer lugar, es importante darse cuenta de que el tutor no puede estar encerrado en casa con su hijo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. El cuidador debe tener tiempo para sí mismo para poder descansar, relajarse, hacer actividad física, hablar con amigos y amigos, para que pueda olvidarse de los problemas que tiene que afrontar cada día. Por lo tanto, necesita el apoyo de otras personas, por las que no debe tener miedo de pedir.
Además, el cuidador tiene derecho a sentir emociones negativas hacia él mismo y el paciente. Son completamente naturales. Es importante que sepa cómo lidiar con ellos y dejar que se desahoguen (por ejemplo, durante la actividad física). Reprimir las emociones solo empeora el estado mental del cuidador.
Muchos cuidadores al inicio de su trabajo tienen poco conocimiento sobre la condición que están enfrentando, lo que dificulta su trabajo. Por tanto, es una buena idea hablar con tu médico sobre esto, o puedes acudir a asociaciones que tengan personas con condiciones similares.
Trastorno por estrés del cuidador: se puede buscar ayuda en grupos de apoyo
En algunas ciudades existen grupos de apoyo, que son una forma de ayuda psicológica para los cuidadores y, en ocasiones, también material. Pueden participar de clases psicoeducativas, talleres de relajación impartidos por un psicólogo o psicoterapeuta, así como aprender a afrontar el estrés y adquirir conocimientos sobre el cuidado de una persona enferma. Gracias a las reuniones, el tutor gana la distancia necesaria para el funcionamiento normal con el mentoreado y para mantener una relación sana con él. Además, las personas que tienen una situación económica difícil, gracias a los patrocinadores, pueden obtener, por ejemplo, productos de higiene y cuidado, e incluso equipos de rehabilitación.
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