Limitar la propagación del virus Covid-19 y el confinamiento relacionado de las personas en el hogar fue un factor necesario para detener el desarrollo de la pandemia. Desafortunadamente, hoy, cuando todo vuelve lentamente a la normalidad, ya se pueden ver las graves consecuencias de la cuarentena nacional.
Una publicación reciente de la revista The Lancet abordó el problema de los trastornos mentales que se desarrollan durante el aislamiento inducido por una pandemia. Los más comunes son el trastorno por estrés postraumático, el síndrome de confusión, la agresión y una variedad de trastornos alimentarios.
Las estadísticas muestran que una de cada 20 personas sufre de anorexia, bulimia u otros trastornos alimentarios. El estrés inducido por la cuarentena está agravando el problema. Todo porque existe una fuerte relación entre aislamiento, estrés y control emocional.
El aislamiento interrumpe la estabilización emocional
El propósito principal de la cuarentena fue el aislamiento para reducir el riesgo de contraer el coronavirus. La investigación ha demostrado que sentarse en casa (no necesariamente solo), la falta de actividades y la inactividad conducen al deterioro cognitivo y aumentan la susceptibilidad al estrés.
Los niveles de cortisol y la presión arterial también aumentaron, mientras que la satisfacción con la vida disminuyó. Y esto nos da ganas de consolarnos. ¿Cómo? La única forma de mejorar su estado de ánimo durante una pandemia es comer algo bueno.
El estado actual del conocimiento también sugiere que la capacidad de controlar las emociones es la clave para afrontar situaciones difíciles. Desafortunadamente, el estrés constante reduce esta habilidad.
Además, causa fatiga, alteraciones del sueño y del ritmo circadiano; estos problemas fueron informados por al menos los cosmonautas observados durante el aislamiento del espacio. Y ese es un camino sencillo hacia los trastornos alimentarios.
Comida: más accesible y más importante
No poder salir de casa alarga el tiempo de permanencia en la cocina. ¡Más aún si el apartamento es pequeño y la cocina es su principal actividad de ocio!
La cuarentena también prolonga el tiempo que se pasa frente al televisor o la computadora y, por lo tanto, el contacto con anuncios de alimentos. Y como sabrá por las investigaciones, ver anuncios de comida provoca antojos de comida irresistibles y un aumento del apetito.
También abastecimos más durante el brote para evitar frecuentes viajes de compras, lo que significó un mejor acceso a bocadillos y golosinas.
Una consecuencia menos obvia del cierre puede ser que la comida sea más significativa. La falta de algunos productos o la conciencia de que pueden faltar nos hace celebrar las comidas. Las reuniones individuales en la mesa organizan nuestro día hasta ahora regulado por el trabajo, las actividades y las actividades, calman y matan el aburrimiento.
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COMIDA COMPULSIVA, que es cuando la comida nos manda