Es difícil aceptar la pérdida de una parte de ti mismo y también hay un problema: ¿decirle a tu pareja sobre la histerectomía o no? ¿Y cómo se lo tomará? Cómo hablar sobre una histerectomía previa, explica Monika Kosowicz, psicóloga clínica.
Solemos pensar que lo que sucede bajo la influencia de una enfermedad puede cambiar significativamente nuestra vida y, sobre todo, nuestra relación con nuestra pareja. Las mujeres en particular se ven afectadas, aunque los hombres tampoco están libres de esos temores. Pero no tiene por qué ser así.
Histerectomía: un gran cambio
Una mujer a la que se le han extraído todos o parte de sus órganos reproductivos se encuentra en una situación muy difícil. Si has vivido durante varias décadas con la sensación de que tenemos ovarios, un útero, que los procesos fisiológicos transcurren sin problemas, que se repiten, es difícil aceptar el hecho de que hemos cambiado los hechos. Lo mismo ocurre con las mujeres menopáusicas, donde el cuerpo está cambiando mucho. Es como una especie de duelo por perder una parte de ti mismo. Entonces, ¿decirle o no a su pareja sobre la operación, sobre la extracción de órganos? En mi opinión, revelar toda la verdad depende de lo que pasó en la relación anterior. Qué tipo de relaciones existían entre los socios antes de que se llevara a cabo la operación. Si fueran realmente amigables, la histerectomía no debería ser una razón para cambiarlos.
Histerectomía: importante autoaceptación
Después de extirpar los apéndices (incluidos otros órganos, como los senos), muchas mujeres activan inconscientemente un mecanismo de defensa, que en psicología se denomina mecanismo de proyección. Todo lo que pensamos de nosotros mismos, nuestros miedos, la falta de aceptación por lo sucedido, hacen que traslademos nuestra percepción de la "realidad" a otras personas, muchas veces a nuestra pareja. Si una mujer no se acepta a sí misma, piensa que los demás tampoco la aceptarán. Pero no tiene por qué ser así. Mucho depende de cuánta verdad podamos decirle a nuestra pareja sobre nosotros mismos. Si alguien está con nosotros para bien o para mal, se quedará con nosotros. Si se va porque no puede aceptar la nueva situación, se puede asumir que nunca ha habido honestidad y sentimientos profundos en esta relación. Quizás la operación se haya convertido en una buena excusa para liberarse de una relación incómoda. La decisión sobre cuán honesto puede permitirse depende completamente de la relación de los cónyuges, los patrones de pensamiento que adoptan y las habilidades cognitivas de ambas partes.
Histerectomía: estereotipos y patrones dañinos
La sociedad tiene reglas extrañas para juzgar lo que es normal y lo que no. Clasificamos la mayoría de los eventos y personas con bastante rapidez. Esto es bueno, esto es malo. Una mujer que no tiene órganos reproductivos no es diferente ni extraña. No, a menudo es una mejor madre, esposa y amante que sus compañeros sanos que evitan la cercanía con su pareja por aburrimiento. No es una cirugía para extirpar el útero lo que paraliza sus sentimientos. Generalmente estamos paralizados emocionalmente por la vida, la falta de conversaciones honestas y la incapacidad de mostrar nuestros sentimientos. Ocultar la verdad no tiene sentido. La mujer piensa: “Estás enamorada de mí, pero como una mujer diferente y vacía. Es bueno que no lo sepas. Pero no decir la verdad nos enseña a vivir una mentira. Sin embargo, las mentiras inocentes crean un equipaje cada vez más pesado, que la mujer no puede soportar. Esto puede llevar a una personalidad dividida. Sé por experiencia que las buenas relaciones no se rompen por enfermedades o cirugías.
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